SEGUNDA CARTA

37 5 0
                                    


"El temor de ser expuesto hacia la verdad nunca estuvo tan muerta cuando entendí lo que verdaderamente significa sentir por dentro la luz"

Cuando era un infante recuerdo que un día desde la ventana de mi cuarto te observaba en el anochecer, no lograba dormir cuando de pequeño era demasiado inquieto mas en las noches que en el día. cuando miraba el cielo me sentí presionado y observado, temí al descubrir que lo que se hallaba en el cielo siempre estaba presente y sentía que sabía todo de mí, me sentía expuesto ante el brillo de la noche, ante el único brillo que vislumbraba mis ojos.

Recuerdo como mis pequeños brazos temblaban y evadía mirar hacia arriba mientras batallaba por mirarte a los ojos. Sentía miedo, pavor a ver que siempre has estado ahí y nunca me recordaba de tu presencia, tu sabias todo de mí, lo que hacía, cómo y por qué. Aunque no te tuviera presente aun en la oscuridad estabas latente.

 nunca entendía el porqué. ¿un niño temiéndole a las estrellas y no al monstruo debajo de la cama? Era ilógico a un nivel que la curiosidad se poseía de mí. Pero hoy mientras te observo jamás creí que yo llegaría a estar aquí y saber por qué llegue a temerte, cuando era tan joven y puro. pero que tu brillo traspasaba mi alma y me dejaba expuesto ante mis secretos, temí que llegaras a revelarlos  y que junto al espeluznante ambiente de penumbra tu lograras hacerme daño.

Que tonto fui.

Un miedo que tal vez  en algun momento paso por nuestra cabeza al verte, cuando veían con los ojos temerosos de una verdad a medias sin razón, nuestra conciencia era tan fuerte que nos hizo creer que tal miedo a la luz no se convertíria en uno hacia la oscuridad. ¿Cómo temerle a la única luz que encuentras en la oscuridad? No lo sé.

un secreto entre nosotros, E. 

Escribiendo letras a la Estrella (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora