Capitulo 42

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Leila llegó a su casa, sus padres como siempre estaban de viaje, abrió su refrigerador y encontró una botella de vino, la sacó y se sirvió una copa, cada uno de los recuerdos de cuando conoció a Christian venían a su mente, ella cogió su celular y comenzó a ver las fotografías que tenía guardadas, en una de ellas estaban todos sus compañeros de primer semestre de la Universidad, y ella estaba junto a Christian y Paul, se sale de su galería y comienza a marcar un número.

Christian y Anastasia ya dormían, ambos desnudos, abrazados como si fueran uno solo, las sabanas solo cubrían sus partes íntimas, el celular de Christian comienza a timbrar, él se gira y como pudo cancelo la llamada.

- ¿Quién era? - Preguntó Anastasia entre dormida.

- No sé, Ni Miré. - Él la abraza fuerte y retoman el sueño.

Leila no insiste, de repente suena el timbre de su casa, abre la puerta y ahí estaba Paul.

- ¿Tú qué haces aquí?

- Supe que habías tenido un viaje, vine a saludarte.

- Claro, entra.

- ¿Y estás sola?

- Si, como tú lo sabes, mis papás poco están en México, llegué hace unos minutos y ya ellos no estaban. ¿Pero dime qué te trae por estos lares? – Paul se fijó en la botella de vino.

- No sé, me entró la idea de visitarte, y ahora que veo eso por qué no compartir un poco de vino.

- Jajajajaja.

- ¿Qué haces tomando sola?

- Para matar esquirlas de amor.

- Uuuuuuh ... ¿eso es por Christian?

- No te lo voy a negar, bueno te voy a contar que sucedió estos últimos días, específicamente, este largo fin de semana. - Leila narró los hechos, Paul escuchaba con atención y se sorprendía de vez en cuando.

- ¿Cómo qué murieron?

- Si, lastimosamente Sawyer y Elena murieron.

- Bueno me duele por Sawyer, pero por la arpía esa, no.

- Paul!!!

- Pero es la verdad, además por ella es que estuviste a poco de caer en la cárcel. ¿Y Ahora que sientes por Christian?

- Acepto que esté con Anastasia.

- Pero te hablé de tus sentimientos, no de aceptación- Ya estaban que terminaban la Botella

- Paul, dejemos eso atrás, quiero seguir con mi vida, no hacerme daño con recuerdos, Christian fue como una ilusión solo eso, y eso ya lo entendí.

- ¿O sea que puedo confesarte algo?

- ¿Cómo qué?

- Como que desde hace mucho mi corazón siente más que una ilusión por ti.

- ¿Qué?

- Si Leila, no quería aceptarme a mí mismo que eso del bicho del amor me estaba picando, siempre me has gustado, pero por tu "amor" por Christian me abstuve de decírtelo, pero ya me decidí a abrirte mi corazón. - Paul se acerca a Leila y la besa, ella no se niega, los besos continuaron, y aquel sofá donde se encontraban, se convirtió en un lecho donde se dejaron llevar por la pasión, el deseo y el vino, la noche transcurrió.

Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora