alfa fría, omega infantil. ; m. n

jihyo y jeongyeon unnies.

SIEMPRE ME CUIDAS Y PROTEGES.

Era viernes por la mañana, la mayoría se encontraba viendo el reloj de forma casi desesperada mientras que otros solo ignoraban lo que sucedía a su alrededor al estar en los brazos del morfeo. La última clase era sociología, con la amable profesora Lee Ji Eun.

— ¡Ahora les tengo un pequeño proyecto!

Anuncia leyendo sus apuntes y llamando la atención de toda la clase.

— Tendrán que grabar un día de actividades con un compañero de equipo que nombrare a continuación.

Y entré tantos alumnos, las de los apellido Bae-Im y Myoui fueron nombradas en un mismo dúo.

— ¿Cuando le gustaría juntarse, Unnie?

Cuestiona la pequeña de cabellera castaña, y alguien del fondo habló.

— Niño boba, Mina no te contestará~

— Mañana, a las cinco por el Río Han. Por favor, se puntual, no se si lo habrás notado pero no tengo mucha paciencia. Grabaras tú.

El sonido de dos alumnas tocando la puerta y quejas entre ellas resono, a lo que la profesora suspira al ver necesario interrumpir su adoraba clase, a paso rápido y fuerte se encamina a la puerta y la abre.

— ¿Yoo, Park? ¿Que necesitan?

— Hablar con Baby Bunny.

Habla la de cabello corto, todos fruncieron su ceño luciendo confundidos ante el apodo.

— Tonta, ella no la conocen de esa forma.

Con un pequeño zape a su acompañante la pelirroja le murmuró y nuevamente sonrió.

— B-Buenos días profesora, buscamos a Im Nayeon.

Contesta, la educación y formalidad deslizándose de su lengua, a lo que la híbrida de oso asiente repetidamente.

— ¿Qué?

Nayeon al ser nombrada salió de su mente, en la cuál estaba repasando su listado del día.

— ¿Q-Que sucede?

Y en su lista estaba:

• Pasar a visitar a BangChan.
• Comprar pastelitos.
• Maquillaje para Irene Unnie.
• Jugar al The Forest con JungKook y Chaeyoung.
• Ir al Magic Coffee Shop.

Y en lo último, aunque tachado.

• Pedir el número a Myoui Mina.

— Profesora.. ¿P-Puedo?

Pregunta tímida, la mayor le da una sonrisa y asiente repetidas veces, dándole permiso para salir y hablar con mayor comodidad.

Mientras Myoui fruncía el ceño, mirando disimuladamente como la omega hablaba más fluido (incluso con algunas bromas) con las otras desconocidas, una alfa y un beta. Y cuando Nayeon se despidió de la beta pelirroja con un abrazo, tomo los extremos de su pupitre, mordiendo su lengua para no gruñir y mandar a tomar vientos a esa maldita chica.

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— ¡M-Mina Unnie!

Un grito se escuchó por los pasillos, una alfa caminaba a velocidad normal mientras que una delicada omega corría desenfrenadamemte detrás de ella.

— ¿Qué?

Responde de forma seca y dominante, la omega se detiene abruptamente, luciendo nerviosa y algo asustada.

— Yo, ehm...na-nada, lamento hacerla perder su tiempo Unnie.

Miente con una sonrisa falsa.

«¿Ahora mierda qué le pasa?» Piensa Mina.

— Toma mi número, solo háblame para cosas importantes, como el proyecto.

Demanda sacando un papel de su bolsillo y dejándolo en las temblorosas manos de la omega, quién sonrojada asiente.

— S-Si, Unnie.

Murmura bajito con ojos brillantes, y a los segundos la alfa se aleja rápidamente, como si temiera que las vieran juntas.

Pero Nayeon estaba feliz. Mina le había dado su número sin pedírselo, hasta lo tenía anotado. Para ella.