Iba caminando sólo por la orilla del río. Era una tarde hermosa, una de las que recuerdo fue perfecta.
Un viento cálido apenas notable se hacía presente en algunas ocasiones. Era una brisa muy agradable puedo decir.De vez en cuando miraba mis pies descalzos. Veía como me acompañaban despacio junto a mi. Observaba el empeine y cada cicatriz de hace años que portaba. Recordaba cada una de ellas. Cada momento se hacía presente en mi memoria. Algunas hechas por mis mascotas, otras por jugar con Uruguay y sus juguetes. Ampollas por largas caminatas o zapatillas ajustadas.
Amo esas marcas debo admitir.
Pie izquierdo y arena.
Cada una cuenta una historia. Algunas sin importancia, y otras muy signifiativas. El punto medio es que fuesen graciosas.
Pie derecho y más arena.
10 pasos. Piedras de río. Esas cosas duelen si estás descalzo.
20 pasos más. Alguien a los lejos.
30 más. Logro reconocer que aquella persona está sola.
Esa cicatriz en el pie derecho me la hizo mi antiguo gato. La extraño mucho.
Otros 5 pasos. Evito las botellas de vidrio rotas pasando por el agua de río.
Me detengo. Hay un alambre de púas frente a mí tirado como si nada. Será mejor salir y ponerme mis zapatillas de nuevo. Sólo espero que no me entre mucha arena.
Si hago unos 10 metros más llego a aquél que está sentado sobre una piedra en la orilla.
La tarde era tan tranquila y silenciosa que incluso podría escuchar los pensamientos del que está en frente, que hasta donde puedo suponer, es un chico. Noto que tiene las piernas pegadas a su pecho y la cabeza entre las rodillas.
- Hey, Hola! - Exclame con una sonrisa al llegar.
- ¿Ah?
Recuerdo a la perfección esos ojos, marrones, grandes y brillantes observandome.
El contacto visual en ningún momento se rompió. No hasta que yo decidí preguntar como se llamaba aquel que por coincidencia era también un Country.
- Me llamo Venezuela.- Respondió con confusión.
- Ah, mirá. Escuché sobre vos varias veces.
Eso último hizo que su expresión confundida se convierta en una de tristeza que trató de ocultar con una pequeña sonrisa. Obvio lo noté.
- ¿Qué haces acá? ¿Que te pasa?
Ni bien supo responderme yo ya me encontraba sentado junto a él y escuchando atento, cosa que creo lo incomodó.
- Mira chamo.- observa el río.- ¿Que vaina quieres?
Esa pregunta...No pensaba que fuese a reaccionar así realmente.
- Ehhh...bueno, saber que te pasa. Desde allá te veía acá to'triste.
Mientras decia aquello, Señalé con la cabeza donde recién había caminado. El lugar en el que decidí calzarme para no lastimarme.
- Argentina...ehhh.
No recuerdo haberme sorprendido porque Venezuela ya supiera mi nombre, pero tampoco recuerdo haberlo tomado como algo común. Simplemente mi reacción no está en mi memoria.
Pienso en una respuesta. Eso creo. Sólo sé que estuve un momento en silencio, observando a mi contrario que se encontraba mirando al frente.
- ¿hmm?- observé sus ojos, cuáles no me miraban. Luego pasé a ver sus cabellos. Amarillos y brillantes.
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¿Arepas O Milanesas? - chat de argen y vene
RandomCosas que realmente pasaron con alguien de Venezuela y otras que no jaja, sorry ... Capaz hay también pequeñas situaciones no narradas desde una conversación.