Cosas que realmente pasaron con alguien de Venezuela y otras que no jaja, sorry
...
Capaz hay también pequeñas situaciones no narradas desde una conversación.
- ¿Que quieres decirme, Chamo?- lo miró dando a atender que escuchaba atento
Ese día, el cual Argentina tenía una hermosa y brillante sonrisa, Venezuela había sido invitado a la casa del sureño por un "asunto de gran importancia".
- Vene, sentate.- Señaló el sillón individual frente a él.
No se le ocurrió que preguntar así que hizo caso al mas alto.
- Pes, me asustas... ¿Puedes decirme que pasa? ¿Que tiene ese maldito sobre?
- Mirá, vas a ser el primero en enterarte...
-...
Argentina suspiró con una sonrisita. Miró a su mejor amigo directo a los ojos, realmente estaba nervioso y feliz. No sabía como empezar a hablar, mucho menos como contarle la noticia, maldita sea, había practicado cómo comunicarle su emoción casi una hora bajo la ducha sólo para ponerse nervioso y olvidarse de todo.
Se quedó en silencio con la mirada clavada en el piso, pensando como iniciar el tema al que quería llegar. Ésto aceleraba más el corazón del venezolano por la duda de lo que podria llegar a pasar.
Argentina abrió la boca, pensó sus palabras, aunque en vano porque su mente de la nada quedó en blanco. Quiso decir algo, tartamudeó, se trabó, movió sus manos en busca de palabras, miró a su amigo, volvía a ver el piso. Puta madre, todo mal.
- ¡Vamos Chamaco!- gritó Venezuela ya frustrado.
- ¡Bueno!... esto... - llevó sus ojos al sobre en sus manos y así como así supo qué decir.- Ayer Chile me trajo esto.- Le extendió el sobre de tamaño A4 de color marrón.
Venezuela frunció el seño al no recibir ninguna explicación, aún así tomó el sobre duduso.
Lo miró detenidamente, luego a Argentina, quien solamente sonreía por la felicidad de la noticia y por haber encontrado la forma de darle el sobre, volvió la vista a lo que había en sus manos y lentamente lo abrió. Lo primero que divizó fue una hoja blanca suelta y la sacó. Leyó el nombre escrito de, al parecer, un hospital, también los nombres de Argentina y Chile, documentos, datos personales, entre más cosas. Pasaba su vista por cada palabra, no salteaba ningún punto ni coma. Todo le parecía extraño hasta que llegó a algo realmente llamativo: "sexo 1: masculino" "Sexo 2: masculino"
Apenas logró procesar aquello, abrió sus ojos como platos, queriendo seguir leyendo más y más de esa hoja, aunque luego de terminar, leyó unas mil veces más lo de "sexo masculino".
- ¿¡Serán Papás!?- exclamó eufórico.
Argentina asiente con la cabeza, riendo al compás de su mejor amigo.
- ¡¡¡POR DIOS!!! ¡NO LO PUEDO CREER!
Rápidamente se levantó del sillón, siendo seguido como por arte de magia por el argentino, y se unieron en un fuerte abrazo que demostraba felicitación y alegría sincera.
- Son... son... ¿Gemelos?- estaba al borde de llorar por la emoción.
El bicolor asiente también con lágrimas en los ojos.
Venezuela miró por dentro del sobre, notando que había más cosas dentro.
Sacó los pequeños papeles y los analizó con toda la paciencia del mundo.
- Son ellos.- El del sol se acomodó junto a Vene para poder ver también las radiografías en blanco y negro.- ...tomaron los latidos, pero como son dos no los pueden... No los pueden... TSK. No los pueden poner en papel, que tanto la pu*a madre.- rió avergonzado.
- ¿Porqué?
- Porque se mezclarian los latidos de ambos.
- Claro... - seguía observando las hojas.- No lo puedo creer. Luego tendré que visitarlos todo el tiempo para ver como crece la pancita de Chile.- El Tricolor le dedicó una sonrisa amable al mas alto.- Felicidades.- volvieron a unirse en un fuerte abrazo.
