Extra

1.2K 49 3
                                    

Decidí quedarme un poco más, con los planes de venir a visitarlo más seguido y lo más pronto posible, no lo dije nada, pero estaba pensando en venir a estudiar cercas de aquí, después de todo quería asegurarme que los últimos días no eran un sueño.
-¿Necesitas algo más?- Lo estaba ayudando a sacar cajas de cosas con las que se había mudado y ya había terminado.
-No, muchas gracia- Habíamos estado trabajando todo el día con otras cosas y estaba sudando, cuando me percaté de lo bien que se veía, rápidamente aparte la mirada antes de que se diera cuenta que lo observaba.
-¿Crees que sea bueno que hagas esfuerzos?- Le recordé -Te golpeaste la cabeza-
-Ya me siento mejor-
-¿Seguro?- No contuve mi risa burlona -Ya no estás tan joven para decir eso- Se irritaba cuando sacaba a tema su edad.
-Cállate mocoso- Me golpeó juguetón en la cabeza mientras cruzaba a mi lado, en dirección a la cocina para beber algo -Estoy en mejor forma de lo que crees, en pleno auge de la vida- No lo podría convencer de lo contrario y por lo mismo me aprovechaba de esa aptitud.
-¿Quieres... que salgamos esta noche?- No podía evitar ser tímido, aún no me acostumbraba.
-¿A dónde?- No lo había pensado.
-No lo sé, a donde sea, quiero pasar tiempo contigo-
-Estás pasando tiempo conmigo- Aclaró.
-No...- ¡Tsh! -No me refiero a eso, hablo de...- Me costaba decirlo -Pasar tiempo los dos, tú sabes...- Parecía tonto farfullando.
-¿Una cita?- Sí.
-No, no...- Negué avergonzado -Bueno... quizás, sí-
Suspiró en forma que yo pudiera escucharlo.
-¿Es un poco difícil?- ¿A qué se refería? -Esto y ocultárselo a tu madre y...- No me importaba ella -¿A dónde podríamos ir?- Cierto, me quedé callado, era un sitio pequeño, cualquiera podría reconocernos si comenzábamos a hacer algo inapropiado. Tal vez me vi demasiado abandonado como para dejarlo pasar y por eso sonrió acercándose a mí para acariciar mi cabeza -La feria comienza hoy, te invito a ir- También sonreí y acepté al instante.
Esperamos hasta que anocheciera y cuando íbamos en el auto con él conduciendo, comencé a sentirme ansiosamente emocionado, sin embargo intente ocultar ese sentimiento, hasta que llegamos, un gran llano llenos de gente y de luces se extendía frente a nosotros.
-¿Tienes frio?- El aire estaba fresco, tan sólo me bajé del vehículo y un viento helado se metió bajó mi ropa.
-No- Le pedí que camináramos y cuando íbamos entrando le dije algo sin pensarlo -Es la primera vez que me divierto contigo- Lo decía con un tono de alegría.
-¿Lo es?-
-Siempre quise tener estos momentos, padre e hijo- Igual que idiota esperanzado -Es... lindo- Sonreí un poco más.
Fue divertido, ya no era un niño, pero igualmente decidí ser un poco infantil para la ocasión y jugar aunque no lo convencí de hacer muchas cosas o que dejara su cigarrillo, cada vez que lo veía con esa cosa en los labios pensamientos invasivos entraban a mí, no fue hasta que nos íbamos de regreso que pude besarlo.
-Deja eso- Se lo quité de la boca y me hice de esos labios que atesoraba, ya donde nadie pudiera vernos.
-Que grosero, podrías pedírmelo- No me alejé de esos labios.
-Por favor- Me acerqué más, rodeando su cuello con mis brazos -Deja de fumar para que pueda besarte- Nuestros labios volvieron a encontrarse.
No era tan torpe como en un principio, ya que tenía la confianza de que no me apartaría a un lado, correspondió mis besos y mis caricias, mis manos sostuvieron su nuca mientras me inclinaba para mejorar la forma en que nuestros labios se movían juntos y las suyas pronto tomaron mi cintura.
-Papa- Lo llamé porque quería pedirle que regresáramos, iba hacer otra noche divertida.
-No me llames así- Me reí suavemente y levanté su barbilla para que me mirara.
-Pero te gusta que te llame así- Sonreí rozando los apetitosos labios de mi padre -En especial cuando estamos haciéndolo, pervertido- Susurré la última palabra tocando su boca, le excitaba todo eso del incesto, no era un hombre normal, lo sabía, ni que yo tampoco lo fuera, pero no conocía esos gustos que apenas estaba viendo aflorar.
-¿Por qué tenía que tener un hijo con una boca tan sucia como la tuya?- Jugamos un poco.
-De tal palo tal astilla-
Tan sólo llegamos a la casa, no, lo correcto era decir que comenzamos en el auto cuando se la chupé mientras conducía, era tan loco, por Dios, era lo más excitante que podía pasarme en la vida y apenas conocía los colores de mi padre.
-Ven aquí- Me senté en sus piernas tal como me lo pidió en el borde de la cama, estando lo más justos posibles mientras me ayudaba a quitar la playera y no dejaba de restregar mi erección contra la suya, tampoco podía dejar de besarlo.
Con razón mama lo había aguantado tantos años, sabía hacerlo muy bien, sabía cómo hacerme sentir bien, sin embargo, yo quería hacer lo mismo con él.
-¿No quieres que tomé un baño primero?- Hablé entre jadeos.
-No- Comenzó a atacar mis cuello e incliné la cabeza al lado opuesto para darle más espacio donde pudiera morder y lamer mi piel.
-Pero...- Habíamos estado dando vueltas toda la noche.
-No molestes mocoso- Me reí.
-¿Por qué no me dices hijo?- Mocoso, mocoso, sólo eso.
-Por qué eres solo un mocoso- Su mano apretó mis mejillas -Jugando con adultos- Alcancé a lamer esa mano frente a mi boca.
-Castígame entonces- Cualquier cosa, sólo... -Papa- Lo dije con lujuria y su mano estuvo rápido metiéndose bajo mi ropa interior y acariciando mi trasero, más que eso, ¡gracias!, que supo cómo tratarme bien a diferencia de la primera vez.
Sus dedos hacían maravillas, no pude evitar gemir sintiéndolos acariciar mi interior, pero no era lo mismo, lo besé de una forma tan sucia incluso para una pareja normal, cómo era que me permitía hacer todas esas cosas, era un misterio.
-¡Ah, papa!- Si tocaba mi próstata así no duraría ni un minuto, lo quería adentro antes de eso -Ya...- Apenas podía hablar, volví a gemir -Ya es suficiente, te quiero adentro papa- Lamí sus labios -Por favor-
Me recostó en su cama, quitándose su ropa y yo terminado de sacar el bóxer de mis piernas, dejé de pensar en lo mal que estaba, ¿de qué me servía?
-Estás muy callado- Dijo él -No piensas molestarme esta vez-
-No- Abrí mis piernas -Sólo hazlo- Se lo supliqué, se metió entre mis piernas y me abrazó gentilmente.
-Lo siento- ¿Eh? -Siento no haber pasado suficiente tiempo contigo- Eso ya no importaba, lo abracé.
-No arruines un momento así- Me sentía feliz -Mejor comienza a moverte- Pero antes, sostuve entre mis manos su rostro -Gracias- Y lo besé con ternura y no lujuria -Te quiero papa- Era el mejor padre de todos.
-No arruines este momento- Uso mis palabras en mi contra y no pude evitar reírme.
El deseo siguió hormigueando en nuestra piel y las suaves caricias y mimos ardieron con pasión, ahora era mío, me trataba como su amante y yo era suyo, papá era todo para mí, quizás debería mudarme y pasar más noches como esa.
Fin.

𝙀𝙨𝙥𝙚𝙧𝙤 𝙮 𝙡𝙚 𝙖 𝙮𝙖 𝙜𝙪𝙨𝙩𝙖𝙙𝙤 𝙮𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙩𝙖𝙧𝙙𝙚 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙢𝙚𝙙𝙞𝙖 𝙝𝙤𝙧𝙖 𝙥𝙖𝙨𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙩𝙤𝙙𝙤.

🎉 Has terminado de leer 𝙄𝙣𝙘𝙚𝙨𝙩𝙤 (𝙋𝙖𝙙𝙧𝙚 𝙚 𝙃𝙞𝙟𝙤) 𝑂𝑛𝑒 𝑆ℎ𝑜𝑡 🎉
𝙄𝙣𝙘𝙚𝙨𝙩𝙤 (𝙋𝙖𝙙𝙧𝙚 𝙚 𝙃𝙞𝙟𝙤) 𝑂𝑛𝑒 𝑆ℎ𝑜𝑡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora