From Avalon With Love

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Con sus muros de cristal, el Instituto de Investigación Fenómica se alzaba imponente con sus hacia el vibrante cielo azul de la ciudad.

Al hombre parado frente al acceso principal, este edificio le provoca angustia y se ve reflejado en la espesa lágrima negra que brota de sus ojos y resbala por su mejilla de porcelana. El hombre se apresura y la limpia con la manga de su camisa, la tela resiste el efecto corrosivo, pero queda manchada. Él se lamenta por la prenda, es una de sus favoritas, pero es preferible a dañar el cuerpo pues, ¿Dónde encontraría uno igual antes de su presentación de esta noche?

Así que apura sus pasos hacia el lugar y se detiene un segundo a mirarse en el cristal, se asegura de que la máscara de porcelana no esta manchada y se arremanga la camisa. Tiene que estar presentable.

Al entrar lo recibe el asistente virtual, la imagen de un ser andrógino iluminada por luces azules le reconoce de inmediato y le indica donde puede encontrar al doctor que está buscando. Él asiente en agradecimiento y sube al ascensor y solicita el piso 22.

―Se esta poniendo muy frío aquí ¿no? ―se dijo a si mismo en medio de una risa nerviosa, mientras frotaba sus manos heladas.

Ciertamente este lugar no le gustaba y el recuerdo de sus años mas oscuros inevitablemente salía a flote.

******

Antes, muchos años antes de que El Compendio viniera a renovar el mundo, había despertado en una cámara oscura y fría, en total confinamiento solitario. No recordaba quien era o lo que fue alguna vez, su nombre se reducía a un numero de tres dígitos. Muchas veces clamó por ayuda y se la negaron y en medio de su propia inmundicia deseaba ver este mundo podrirse como todo lo que él tocaba.

Odiaba a todo y a todos.

Hasta que un día vio de nuevo la luz.

La máscara de porcelana empapada en su fluido negro y corrosivo, tan pronto como estuvo liberada, introdujo pensamientos obsesivos en la mente de quien entonces se convertiría en su salvador. Un hombre, no, un fenómeno como él, de mente clara y firme y sobre todo prácticamente imposible de manipular.

―He venido a ayudar, mon amiaquella voz le dijo con tono gentil mientras despejaba los hilos de secreción con un paño limpio, sin darle importancia al intruso en su mente.

―Mi nombre es Sylvain, soy un investigador del Compendio ¿Cuál es el tuyo? ―preguntó el hombre.

"Cero, tres..."

―Tu nombre, no tu designación― el hombre que llevaba una máscara similar a un cráneo de cuervo lo interrumpió.

La máscara, ocultó el hecho de que no recordaba su nombre, evadiendo la pregunta con mas preguntas.

"¿Por qué estás haciendo esto? ¿Qué es El Compendio?"

― ¡Oh, cierto! Haz estado aislado del mundo por mucho tiempo. Hay que ponerte al corriente ― dijo aclarándose la garganta ―es a grandes rasgos, un nuevo orden mundial, donde seres como tu y como yo tenemos un lugar. No seremos temidos, ni odiados, no viviremos ocultos en las sombras, seremos de utilidad para la sociedad.

La máscara en la mente del hombre con rostro de ave, se rio teatralmente.

"¡Que ingenuos! ¿no saben que al dejarme libre soy capaz de destruirlos?"

―Temo decirte, mon ami, que estas haciendo un pésimo trabajo― dijo el doctor, mostrando sus manos, empapadas de la secreción desbordante, no tenían ningún daño.

From Avalon, With LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora