Calmate por favor

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Alexby llevaba un día de mierda, no solo por el incidente con Fargan, ni por que el imbécil de Raul no respondía sus mensajes, sino por que había algún gilipollas tocando el timbre como si su vida dependiera de ello

El azabache realmente esperaba que, quien quiera que fuese, se diera cuenta de que no iba a abrir. Al parecer esa persona era un punto subnormal, pues seguía y seguía

Luego de casi cuarenta minutos, terminó por hartarse. Rogaba a los dioses por que no fuera Fargan, o de lo contrario habría una nueva pelea, y el ya no quería volver a saber nada del castaño, por mucho que le doliera

—Joder, ¿que mierda quieres?, pesado de los cojones— el policía, miro por la ventana, sintiendo su rostro arder al ver la persona que se encontraba frente a él —Ostias, lo siento—

—Joven Alexby, que alegría me da verlo de nuevo— el hechicero le miraba con una sincera sonrisa en el rostro

—Que pena, Merlon, juro que no es mi intención—

Ninguno de los dos sabía por qué, pero era casi una costumbre que Alex recibiera así al anciano. Siempre terminaba confundiéndolo con algún otro tonto y con el mayor llevándose insultos, e incluso uno que otro golpe, por parte del guerrero

—Esta bien, muchacho, me sentiria mal si fuera de otra forma, creo que ya me he acostumbrado a tus recibimientos tan efusivos—

—Vale— comentó Alex, muy seguro de que un día de estos el mago se fastifiaria y le devolvería los golpes y ofensas, lo cual le parecía completamente razonable y entendible —¿Que te trae por aquí?, ¿hay alguna noticia de la misión de los chicos?— pregunto verdaderamente preocupado, pues ninguno de los otros bobos le contestaba

—Justamente venia a hacerle la misma pregunta— ambos hombres se quedaron consternados por la situación —Creo que será mejor que vaya donde los dioses y les pregunte directamente—

De manera muy extraña, y sumamente repentina, el cielo se torno gris. La expresión del hechicero cambió tan repentino como el clima, volviendo donde sus pasos y llamando a Alexby nuevamente

—¿Te importaría acompañarme al templo?, estoy seguro que con tu presencia ahí los dioses nos responderán más rápido—

Eso había sido extraño, más por la expresión en el rostro del anciano. Alex no pudo ignorar el nerviosismo que trataba de ocultar ni la prisa que repentinamente tenía. Algo no le daba buena espina

—Hombre, me encantaría, pero como puedes ver estoy encerrado— aseguro, señalando la cerradura y el código de seguridad que se activaba al tratar de abrirla —El tonto de Raul se fue y me dejó sin poder sa...lir—

En un par de segundos la puerta había sido abierta, sin un mayor problema y como si de algo sencillo se tratase

—¿Nos vamos?— inquirió feliz, el canoso

—¿Como leches hiciste eso?— pregunto pasamado, saliendo con menos confianza que antes —Auron dijo que nadie sabía la contraseña—

—Estos jóvenes de hoy en día, todo se les olvida— susurro medio fastidiado medio divertido —Soy el hechicero más poderoso de todo Karmaland, yo se todo joven guerrero—

—¿Todo?— pregunto incredulo, pero con el pánico comenzando a hacerle un hueco en el estómago

—Todo— aseguro, emprendiendo su marcha

Caminaron, con Alexby tratando de sopesar el peso de aquella declaración. Incluso si Merlon era así de poderoso, no existía alguien que superará a los dioses y ellos le habían asegurado que nadie se enteraría de su asunto con Frank

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⏰ Última actualización: Aug 18, 2021 ⏰

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