No te lo mereces

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-Tenemos que hablar, Auron-

-Primero que nada, buenas noches- respondió tratando de sonar lo menos borde posible –Y en segundo lugar, ¿qué haces aquí?-

-Te lo he dicho, tenemos que hablar. Tal vez si me dejaras entrar podríamos...-

-No- se negro rotundamente, no estaba dispuesto a dejar que Alex y él se vieran. Lo evitaría lo más que pudiera –Aquí estamos bien, de cualquier forma no puedo demorar demasiado. Tengo algo en la estufa- mintió, aunque en parte era verdad

-Es algo importante- sentencio, comenzando a dejar salir todo el enojo que había estado conteniendo desde hace un par de horas

-Mi cena también- respondió serio –Solo dime qué quieres. Es algo tarde para que estés molestando a estas horas, David-

El de ojos color miel frunció el seño. Llevaba un buen rato molesto y la actitud de Auron no le ayudaba a poder calmarse, aunque intuía que su visita posiblemente terminaría en pelea debido al motivo de la misma

-Fui a casa de Alesby- soltó por fin. Auron suspiro. Sabía que esa plática llegaría en algún momento, pero no esperaba que le tomara tanto tiempo al cerebro de pollo enterarse de lo que sucedía –Trate de verlo pero había varios guardias y no me dejaron pasar- Raúl inhalo profundo sabiendo lo que se venía –Dijeron que por ordenes tuyas nadie puede acercársele-

-Así es- afirmo escuetamente

Aquello termino por acabar con la compostura de Fargan. El policía realmente esperaba que el otro le diera una explicación de su actuar pero parecía que no tenía intenciones de hacerlo

-¡No puedes hacer eso!- grito furioso

-Ya lo hice- contesto sonriente. Le divertía ver al mayor molesto

-No tienes ningún derecho sobre él-

-Te equivocas, el que no lo tiene eres tu- la mueca en la cara de David cambio de enojo a indignación. Auron sonrió victorioso –Yo soy su psicólogo y doctor privado, el juez y policía encargado de su caso y ahora también soy su amigo más cercano. ¿Qué eres tú, Fargan?. Nada más que su compañero de trabajo, quien debía estar ahí para protegerlo, y en su lugar preferiste ir a revolcarte con tu pareja mientras él era secuestrado- cada palabra era como una puñalada para el policía y aquello no hacía nada más que alegrar a Auron. Era hora de que alguien le pusiera los pies sobre la tierra –Ahora yo estoy a cargo, y mientras eso pase no dejare que nada mas lastime al niño-

-Nunca lastimaríamos a Ales, somos sus amigos-

-Pues vaya amigos de mierda que tiene- David no entendía a que se refería el menor, ellos nunca habían hecho algo que hiriera a Alex –Ninguno de ustedes se ha dado cuenta de lo mal que lo ha estado pasando. Todos están más concentrados en sus propias vidas que se olvidaron de ver lo triste y deprimido que estaba-

-El no...- trato de decir, pero para ese punto Auron ya había cerrado la puerta tras de sí y se acercaba amenazadoramente hacia el

-El si- replico molesto, no era posible que todos fueran unos idiotas insensibles –El niño esta tan mal que me sorprende que no haya intentado cometer una locura- la sangre de Fargan se heló. ¿Cómo que una locura?, ¿acaso se refería a...?, no, no podía ser cierto

-Nunca dijo nada, ¿cómo esperas que lo supiéramos?- trato de excusarse

-Sois todos unos imbéciles. El no tuvo que decirme nada para que yo notara que necesitaba ayuda-

-Eres psicólogo, es obvio que tú percibes esas cosas- no sabía que mas decir, Auron tenía razón en todo lo que estaba diciéndole. Pero no se rendiría, tenía que hablar con Alexby si o si

Karma 《Fargexby》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora