Fourteen

10.3K 1K 112
                                    

🐿🐇

Jisung se había quedado a dormir en la casa de Eric, la familia de Eric lo conocía bien y había mucha confianza entre ellos. Se suponía que esa debería de ser una tarde de viernes de Eric y él, dos buenos amigos comiendo todo tipo de porquerías mientras ven Dónde Están Las Rubias.

Se suponía que así debería de ser aquella tarde, sin embargo, el padre de Eric les dijo a ambos universitarios que una amiga de la hermana de Eric iría a jugar con ella. Y eso estaba bien para ambos amigos.

Hasta que Jisung vio que era Minho quien traía a la niña.

El chico de ojos azules lo miró boquiabierto, totalmente estático desde la cocina. Minho había parecido querer quedarse en la entrada plantado como un árbol, aunque el padre de Eric lo animó una y otra vez a entrar.

Estaba claro que los padres no sabían todo lo que Jisung había pasado con Minho.

Minho se relamió los labios incómodo, frotó sus ojos y guardó sus grandes manos en la chaqueta vaquera que llevaba encima de la camisa de cuadros. Se revolvió su mata de rizos suaves y color chocolate con impaciencia, como si estuviera contando con cronómetro cada segundo que le pasaba allí.

Parecía nervioso, ansioso, como si tuviera planes realmente importantes que hacer. Jisung estaba a su lado prácticamente, porque la hermana de Eric le había pedido que trenzara su cabello castaño y el ojiazul trataba de hacerlo lo más rápido y ordenadamente posible.

"¿Y qué tal va la Universidad, Minho?" inquirió la madre de Eric, Taeyeon. La mujer sonreía felizmente, y Jisung supuso entonces que no era la primera vez que lo veían.

Jisung sabía que la niña que Minho traía era una vecina de su barrio, puesto que las veces en las que Jisung se había quedado a dormir con Minho en su apartamento, Jisung siempre la veía a ella y sus alegres coletas rizadas y esponjosas.

La madre de esa niña estaba siempre atareada, y había veces en las que Jisung y Minho acompañaban a la niña a la escuela; Minho llevando la mochila rosa en su hombro mientras la niña daba la mano a ambos chicos.

"Va bastante bien, gracias, señora Sohn" sonrió Minho, con rapidez.

"Déjate de formalidades Minho" se rió Youngjae Sohn "Dime, hijo, ¿qué tal va la selección de fútbol americano de la Universidad, mmh? ¿Alguna novedad?"

"Vamos muy bien, Youngjae" contestó Minho, relajado. Y Jisung sabía que Minho estaba mintiendo, porque llevaba ya cinco días faltando regularmente a clases "El equipo funciona correctamente, el entrenador tiene fe en nosotros."

"¿De veras?" sonrió Youngjae "Eso es genial, chico. Jisung, tú jugaste a un deporte si no mal recuerdo, ¿no?"

Jisung sintió una corriente eléctrica por su espina dorsal cuando esos ojos verdes color jade lo miraron "Sí, soccer en realidad.."

"El soccer es un gran deporte" asintió Youngjae "Pero el fútbol americano es solo para los adecuados, ¿cierto, Minho?"

"Sí.." Minho murmuró, y Jisung pensaba que su voz ronca era de las cosas que más le gustaron de Minho, tal vez "Pero el soccer es complicado, en realidad. No muchos pueden manejar un balón con los pies y con destreza"

Jisung aún recuerda muy frescamente las heridas y raspones que Minho tenía después de los entrenamientos o los partidos. Era una noche llena de besos y mimos para Minho siempre, Jisung curando las heridas y Minho protestando por el frío y doloroso alcohol que limpiaba las heridas.

El ojiazul una vez trató de jugar con Minho al soccer, y todo terminó con Jisung con un esguince porque Minho creía que en el soccer también se hacían placajes.

Agresivo [MinSung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora