capitulo 17: Misión a la ola parte 4.

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Naruto despertó de su sueño tranquilo al sentir una presencia acercarse, todo el tiempo en el bosque de la muerte lo abia forzado a tener sentidos muy refinados y una intuición muy buena, no abrió los ojos, bien podría ser un residente de la aldea como también podría ser el cómplice de Zabuza, lo escucho acercarse, sus pasos decididos pero suaves, solo con el oir su caminar pudo notar elegancia en su paso, elegancia distintiva de un shinobi bien entrenado, después de todo alguien con el estatus lo suficientemente alto para tener tal elegancia al caminar no estaría en este lugar, los pasos se detuvieron a dos pasos de el, la sintió acercarse, una respiración acelerada como en anticipación, tocó su cuello, moto que con vacilación estaba por apretar su garganta, Naruto ya listo para pararse y decapitar a su enemigo en menos de un segundo, en cambio el enemigo alejó su mano del cuello de su presa, en cambio tocó su hombro, lo sacudió suave y gentilmente, lo llamo, Naruto fingió acabar de despertar, no sintió chacra malévolo de esta persona, había aprendido esa habilidad gracias a kurama, tenía que enfocarse bastante en quien quería verificar si tenía intenciones buenas o malas y tomaba unos segundos, casi un minuto, otros podrían decir que eso era rápido, el lo sabía, sabía que no era suficiente, el sabía que los mejores ninjas actuarían contra su presa en menos de 5 segundos, las batallas en sigilo duraban solo el tiempo en que la presa aguantaba hasta su inevitable muerte, pero ella, suponía una chica por su apariencia, olor y forma de vestir, esa chica no tenía ninguna intención negativa, desprendía calidez y amabilidad, la única sensación negativa que venía de esa chica era dolor y tristeza, así es el mundo ninja, pensó con tristeza, muchas personas buenas e inocentes orilladas a una vida que no querían solo por errores de otros, por lo cruel que era el mundo ninja, noto que le hablaba, se había perdido tanto en sus pensamientos que se distrajo, te vas a resfriar si sigues durmiendo en el bosque, escucho comentar a la chica, yo no me puedo enfermar contesto el, rea verdad, todas las enfermedades que había tenido fueron cuando era muy joven, habían atacado con demasiada intencidad debido a la mala nutrición del chico, al borde de la muerte varias ocasiones por una enfermedad no tratada, había desarrollado gracias a kurama un sistema inmunológico tan fuerte que estaba seguro no se volvería enfermar, gracias a los intentos de acesinato por veneno en los lugares que lo dejaron comer había desarrollado una inmunidad a varios venenos tambien, fue gracioso que el intento de los aldeanos de matarlo solo lo habían fortalecido más y, más difícil de matar, de envenenar, de infectar con una enfermedad rara, por ello lo usaría en batallas en un futuro como ventaja, se había vuelto tan seguro de lo difícil que sería matarlo que dejo que esa chica lo intentará, con una posición que sugería comodidad y descuido, estaba abierto para que la chica que tenía enfrente a pesar de no tener sentimientos negativos lo atacará por órdenes de su maestro, no lo hizo, solo lo vio con una sonrisa y le dijo que era mejor prevenir, se voltio y empezó a recoger hierbas, reconoció algunas, solo confirmo su previa teoría acerca de que está amable señoría que parecía ser solo otra civil en realidad era una shinobi, le propuso ayudarla, fingió ignorancia en el tema y pido que explicará que debía recoger y que no, cuando empezaron a trabajar la chica fingió apenas aver notado su diadema, pregunto si era un ninja, cuando contesto que si, ella solo dijo que lo supuso por el protector de frente que llevaba, hubo un cómodo silencio por un tiempo, hasta que, de nuevo, ella lo rompió.

¿Qué hacías a estás horas en el bosque, es madrugada?

Era cierto, apenas empezaba a amanecer, al mirar alrededor pudo notar como solo unos ramos de sol iluminaban el claro en el que estaban, con el sol apenas saliendo, el sonido de algunos animales y la brisa fría pero agradable en el bosque pudo sentir mucha calma, es hermoso, comento, la chica le mando una mirada alegre.

Valla, no pensé que dirías eso, aunque... No contestaste mi pregunta.

En el clavo, solo... No pude evitar comentar lo primero que pensé al notar mi alrededor, y respondiendo a tu pregunta, me quedé dormido ayer, necesitaba reflexionar sobre algunas cosas.

Lo Que Debió Ser.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora