Euforia y furia

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Hoseok fotografiaba los grandes terrenos llenos de naranjos, mientras Jungkook grababa el relato de Jin-Young quien con una hermosa sonrisa les contaba cómo se habían expandido sus terrenos siendo los más grandes del  condado. Sin duda alguna Hope era todo un paraíso, el olor a la hierba y el cítrico de las naranjas le daba una sensación de  frescura, tranquilidad y paz. La luz se reflejaba con suavidad en las hojas verdes y las naranjas. El viento acariciaba la piel de Hoseok, su cabello danzaba con la brisa fresca que se desprendía de las hojas por el rocío de la mañana. 

Taehyung estaba con su primo Jin quien le bromeaba cada vez que fruncía el ceño por el dolor en las costillas, jamás nadie había visto a Taehyung golpeado, él siempre era quien recetaba golpes y patadas. Cuando Jin lo vio en aquel estado se había reído por horas mientras este le enviaba miradas asesinas que a Jin le parecían ridículas, pues solo inspiraba lástima. Ambos estaban seleccionando las naranjas para la jalea, bueno Jin lo hacía Taehyung solo observaba como el cabello de Hoseok se movía con el viento. 

Los trabajadores cortaban las naranjas con cuidado y las colocaban en unos canastos que eran transportados a la fábrica de vino y  jalea. Ahora habían cientos de trabajadores que  llegaban por temporadas a trabajar a la hacienda y ellos eran supervisados por Jin y Taemin quienes llevaban el conteo de toda la producción. Jin verificaba que cortaran correctamente las naranjas y que no las dejaran caer. 

Pero Taehyung observaba cada movimiento de Hoseok, frunció el ceño cuando Yoongi llegó cargando a Hoseok rodeando con sus brazos la cintura del menor, Jin lo observó y sonrió

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Pero Taehyung observaba cada movimiento de Hoseok, frunció el ceño cuando Yoongi llegó cargando a Hoseok rodeando con sus brazos la cintura del menor, Jin lo observó y sonrió.

— Nadie se da cuenta que  te mueres por el citadino.— Dijo en tono sarcástico y una risita divertida.

— ¡Tsk! Ese idiota está tocándolo como si le perteneciera, me está colmando la paciencia. 

— ¿Por qué mejor no vas donde él te acercas como una persona y no un animal y le hablas? 

— ¿Para qué? 

Jin se puso en pie, pues estaba agachado observando las naranjas depositadas en los canastos, vio a Taehyung y le pincho con el dedo las costillas, inmediatamente este se encogió.  Jin se acercó más y le dijo al oído. — Te conozco y esos ojos son diferentes a los que siempre pones cuando ves a alguien que solo te atrae para un revolcón, tú estás perdido por ese chico y solo te digo... ¡No lo dejes perder! Mira lo que me pasó a mi por andar de imbécil, perdí a mi novia. 

Taehyung lo observó y recordó lo que Jin había perdido por no acercarse a la mujer que amó durante toda la escuela, tenía un fuerte sentido protector hacia su hermanito Taemin. Cuando conoció a aquella chica se enamoró, pero luego se concentró en los problemas de amor de su hermano con Minho y no se dio la oportunidad de acercarse a ella, siempre ponía en primer lugar su familia y hasta la había dejado plantada en una ocasión. Cuando Jin se decidió a dejar todo por su amor, ella se había marchado del condado.

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