🦋 Butterfly 🦋 | Spartor

#19

Anteriormente...

 – Fran sigue vivo gracias a que envié a Adam, sino él no hubiera vuelto con ustedes. Básicamente elegí entre la vida de Adam y la de mi novio, ¿comprendes?

– Sí – se separó. – me gustaría pasar más tiempo aquí para hablar, pero... quiero volver a casa, joder. Necesito descansar, estoy cansadísimo.

– Adelante, ve.

   
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– Cariño, estoy de vuelta. – de repente se quedó paralizado con lo que vio en el marco de la puerta, puerta de dónde venía Sparta. – no, ¡NO! ¡DETENTE!

– ¿Eh? – se detuvo a último momento, justo antes de pasar por el umbral de la puerta.

– Uff⁓ – se derrumbó ahí mismo. Había estado muy cerca. – alguien quiso vengarse. Hay un sensor, como pases por ahí... vuelas en pedazos.

– ¿¡Qué?! ¿¡Cómo lo pusieron sin que me diera cuenta?!

– Son profesionales, querido. – sopló aire. – voy a llamar a alguien para que desactive esta mierda. Por ahora retrocede con cuidado.

– Justo cuando pensé que podría estar tranquilamente contigo.

– Tendremos que esperar un poco más...

Se dedicaron una mirada triste. Unas horas más tarde la bomba había sido retirada con éxito y por fin estaban solos en la casa.

– Pondremos cámaras en la casa, ¿sí? – preguntó el mayor.

– Sí, y pronto. Ahora temeré pasar de una habitación a otra.

– ... No hay que dejar que nos afecte demasiado. Es lo que ellos quieren, que nos volvamos paranoicos.

– ¿Cómo estás tan bien?... te secuestraron, pasaste hambre, frío...

– Pese a que nunca me había pasado algo parecido, ya estoy acostumbrado a los horrores de la guerra. 

– Eres tan fuerte. Yo soy solo una triste mariposa.

– ¿Qué? no digas eso. Me salvaste, venciste tu trauma por mí. 

– Eso me recuerda... Tú no manipulaste los resultados de mi prueba física, fue Vic.

– Ah, al fin te lo dijo.

– Me siento terrible. 

– No tenías forma de saber que en realidad había sido Víctor, Spartita.

– Pero en muchas ocasiones fui muy malo contigo. Perdóname.

– Bueno, te perdono. Además, no podría enojarme contigo después de todo esto.

– ... Déjame mimarte un poco. – pasó por detrás de su espalda y se apegó a su cuello.

– Vamos a una cama...

– Ya – sonrió, lo tomó de la mano y le arrastró hasta su habitación. 

Raptor se sentó en el borde y no pudo evitar sonrojarse cuando el menor se subió a sus piernas. Sintió como su camisa era abierta en los botones de arriba y como su pecho era masajeado

– ... –entrecerró los ojos, adorando la sensación. – no podía dejar de pensar en ti... – se recostó hacia atrás y solo sintió las caricias, besos y masajes del menor.

– Yo tampoco... – terminó, se dejó caer a un costado y le abrazó. Notaba lo cansado que estaba Raptor, así que solo lo tapó y se acostó al lado para no molestarlo.

A la mañana siguiente, recibieron la noticia de que Víctor estaba en coma, pero estable. Jon estaba bien y todo el resto del equipo también.
De inmediato Raptor contrató un servicio de seguridad. Había alguien queriéndose vengar de Sparta por ahí, por lo que ninguno de los dos estaba seguro.

Pero siguieron haciendo sus cosas normalmente, no dejarían que les cambie mucho la vida ahora que podían estar juntos. Querían ser felices.

Pero por la otra cara de la moneda; Mayo no estaba muy feliz.

– ... – estaba sentado en una silla al lado de la camilla, recostando su pecho sobre esta. 

Sí, estaba estable por ahora, pero seguía en coma y no estaba muy bien. De repente el menor sintió un pequeño movimiento. Abrió los ojos con sorpresa al ver que los párpados de su novio se movían un poco.

– M--...Mayito... – era un hilillo de voz. 

– ¡Vic! – sonrió dulcemente. – tranquilo, estoy--...  – pero la cabeza del castaño volvió a doblarse en señal de que estaba inconsciente de nuevo. – amor. – le acarició la mejilla, pero no consiguió que volviera a despertar. Por lo menos ahora sabía que tan mal no estaba tampoco. Probablemente volvería a despertar pronto.