Capitulo 12 - "La verdad"

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(...)

El estruendoso sonido de mi alarma me hizo despertar. Me levante a duras penas, la picazón de mi frente no tardo en aparecer y camine hasta el baño para darme una breve ducha mañanera y arreglarme para empezar otro día en la escuela.
Me apoye en el lavabo en cuanto salí de la ducha y seque mi cabello con la secadora, acomodando todo mechón rebelde cepillándolo y atándolo todo en una coleta alta. Hoy hacia calor, muchísimo, así que opte por dejar de lado el saco escolar y el corbatín que me asfixiaba.

Guarde mis cuadernos en mi mochila y cambie el agua de la flor, aun se veía bastante linda, me pregunto cual será su aroma…
Me di una ultima mirada en el espejo, esperaba no causar problemas. Me coloqué rápidamente los zapatos y salí de mi dormitorio cerrándolo con llave. Camine a paso rápido con mi saco y corbatín en mano y mi mochila en la otra.
Hoy tenía que llegar unos minutos antes para recoger la solicitud aprobada (que yo no pedí) de las sesiones con Ms. Joke. En fin…

Acelere el paso hasta las instalaciones de la UA, caminando o más bien casi trotando hacia las oficinas de los profesores. Al entrar me dirijo con Aizawa-sensei quien ya se encontraba ahí en lo que parecía estar sentado en su propio escritorio. Su espacio se veía limpio y bastante sencillo, solo adornado con ciertos artículos de papelería.

Me miró un segundo alzando la ceja y  al pasar de unos segundos me pidió que fuese responsable en cuánto a las sesiones junto a Ms. Joke y que hiciera caso omiso a los comentarios sarcásticos o fuera de lugar que lo involucraran.

—Toma. – me entrego un diminuto maletín – pedí que te dejasen usar la pulserilla de tu traje de héroe. Al parecer habías mencionado que te ayuda a calmarte más fácil. Cuídala bien.

Asentí y me dispuse a ir con calma hasta la Clase A, en medio del pasillo abri el maletín y me puse la pulserilla y suspire aún quedaban veinte minutos para que empezase la clase. Al abrir la puerta me chocó en la cara una brisa, pues alguien dejo abiertos los ventanales, era tranquilo.
Me encaminé hasta mi banco, pero no traía puestos mis anteojos y no podía ver bien de lejos, pero a medida que avanzaba hasta el, me percaté de que dos flores se encontraban sobre mi pupitre.


“Claveles rosados, otra vez…”


Normalmente uso anteojos para ver de lejos en clase, pero me los quito en cuanto no los necesito más.
Fuera de eso… ¿Más flores? Mire a todo mi alrededor, pero no había rastros de nadie más, ningún otro bolso escolar estaba en la clase, así que..

¿Quién las deja? ¿Por qué?
Mas bien, ¿y por que esta vez me dio dos flores? Me sostuve sobre la paleta de mi banco y cerre los ojos avergonzada, ¿a qué se debía esto?  Pase mi mano aun sosteniendo las flores por mi frente, secándola. Empezaba a sudar de nervios, de vergüenza. Al abrir los ojos tome la pequeña nota que por segunda vez habían dejado junto a las flores. Y en esta se leía:

“Esta vez son dos por que hoy te vez el doble de hermosa.
No puedo decírtelo, pero escrito es más cómodo hacerlo.
Estas preciosa hoy.
Preciosa.
Preciosa.  

Muy preciosa.”

Me lleve una mano a la boca, no podía creerlo.  ¿era posible que una simple nota me acelerara el corazón así? ¿lo era? 
Me empezaba a alterar de solo pensarlo, un simple desconocido estaba jugando con mi estabilidad emocional, ¿Por qué ahora?
Tantas preguntas se me formaron en la mente y de las cuales ninguna podía contestar con certeza en este momento. Una presión se creo en mi pecho, ¿estaba feliz?
El sonido de la puerta me sobresalto y me pare correctamente.

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