Parte 2 ...Y otros 10...

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1. Escuchaba en las noches una suave y rota voz, me llamaba y lloraba, luego reía como una bruja histérica y luego se fragmentaba al nerviosismo, repetía mi nombre una y otra vez; en un principio tuve pavor, me aterraba de quien pudiese proveer aquella voz, pero después me acostumbre a ella, me contaba historias fantásticas, abría puertas en mi imaginación, le daba paso a grandes ideas, a veces cuando se hallaba de demasiado feliz tatareaba alguna canción y a petición del publico(yo) cantaba y reía, pero otras veces gritaba de dolor, se escuchaban sus sollozos por todo el cuarto se reía de mis problemas y me decía cosas horribles, yo le volvía a temer, no tenia como huir de ella; se volvió mi compañera, empeorando la situación creció su resonancia, me seguía hasta fuera de casa; fue hasta hoy que descubrí que siempre estuvo en mi mente, todo lo que dijo lo dije yo, lo pensé yo, los insultos me los dije yo, el llanto fue siempre mio al igual que sus risas histéricas, el dolor, la alegría siempre fueron míos. Una gran parte de mi, un yo cambiante.


2. ¿Sabes?, no es que jamas me halla enojado contigo, es solo que no vale la pena molestarme, eso seria arriesgarme a perderte y ¿sabes? tu eres lo único que tengo, así que te he perdonado mil veces, por que te quiero a mi lado, así que esta vez perdóname tu y continuemos como siempre amiga


3. Les diré lo que vi en el reflejo del espejo pero guardaos esto como un secreto, quienes se veían en el espejo por falta de magia solo se veían a si mismos pero yo si tenia magia y la mía era la curiosidad y el asombro; el marco del espejo estaba echo en una madera añeja, trucado en giros y curvas de luna, el reflejo en si era falso, me mire, siendo la primera vez que me veía en tal espejo y no me vi, al otro lado como en un sueño se veían desde el cielo montañas cubiertas de frondoso verde, y en los valles miles de corderos y borregos se hallaban pastando, y los ríos, los ríos eran tan cristalinos que cualquier rayo de luz que les tocase los volvía brillo de plata, y en ellos los peces jugaban saltando entre corrientes y el cielo, el cielo era el placer de mirar arriba y ver solo azul y algodón blanco; me sentí conmovida y con la necesidad de traspasar la barrera, y deshacerme del humo de la cuidad, de la contaminación del bullicio de las metrópolis y toda la destrucción del mundo y quise pasar por el espejo como si se tratase de una puerta pero como en un sueño con mi toque el espejo deshizo su encanto y volvió a ser lo que era, un simple espejo, decepciona aquella vez me fui pero mantuve la esperanza de volver e intentarlo de nuevo.


4. De vez en cuando su mundo me daba curiosidad; jugar en el mio era divertido, vivir en el, pelear y salir adelante entre mis problemas, eso estaba bien, pero de vez en cuando su mundo despertaba mi curiosidad y como un niño corría detrás observando cada movimiento, cada especulación, todo lo que hacia era causa de inmaculado análisis, ¿y si hacia o se lastimaba? todo me preocupaba pero de igual manera me limitaba a tan solo observar; aveces volvía a mi realidad y sin querer nuestros mundos se cruzaban, eran esos momentos salidos de la nada los que mas me gustaban, esos en lo que no esperaba nada pero todo podía suceder, ella se transformo en parte de mi mundo y con una sonrisa yo fui haciéndome parte del suyo y deje de ser un observador pues ahora siempre estaba a su lado y al final nuestros mundos se hicieron uno...Y al menos por este presente somos el uno parte del otro.


5. La gente es muy ruidosa¡, aun cuando estoy tan concentrada a lo lejos les escucho, no es solo el estrés lo que les pone así, ¡no!, lo que pasa es que entre la algarabía encuentran diversión y aveces soluciones a sus problemas y aunque odio el ruido y no poder escuchar no mis pensamientos disfruto el ver a los demás felices, no les puedo exigir que sean como robots monótonos y sin emociones, pero a cambio quiero ver su felicidad, ser testigo de lo magnifico que puede llegar a ser todo.


6. Hablan, no se de que, veo que sus labios se mueven articulando palabras, no entiendo, mis oídos se sienten tapados, lo único que escucho es un pitido fuerte, se mantiene, me destroza, no se que pasa ni porque todos me miran, tengo frió, me duele la cabeza me siento tan pesado, es como si fuera a caer en cualquier momento, alguien se acerca, lo veo a través de mi vista borrosa ¿que le pasa? se ve enfadado, ¿esta gritando? creo que si, su cara se contorsiona con furia, se difumina entre lo nubloso; me mira, grita, se va y vuelve para gritar, todos nos miran, me estoy cayendo ¿que sucede? todo es pesado, no me llegan sus voces, todos nos miran pero yo no veo nada, no entiendo que sucede, estoy cayendo.


7. Adicta a los dulces, adicta al azúcar, se enferma pero lo ama, ella es masoquista, si lo uno le agrada lo otro lo soporta.


8. Al fondo un reloj marcando la misma hora sigue funcionando pero esta atascado, de el cuelga un péndulo contando los segundos, el eco le hace fuerte y se escucha por todo el lugar, camino avanzando con una daga en la mano, no entiendo porque mis manos están manchadas, camino por el pasillo hacia el reloj, por mas que trato no le alcanzo, parece infinito; las paredes están recubiertas con un tapiz verde, lleno de estampados de un estilo clásico, el piso es de madera y rechina con mis pasos, en una esquina de la base del reloj hay una gran araña hilando, sus ojos me miran, no se como puedo ver tan claro algo tan pequeño y lejano veo mi reflejo, visto una bata de hospital que también esta manchada con sangre, camino pero no avanzo, mi cabello es una maraña, mi cara esta salpicada, hay algo, hay alguien sujetándome por los tobillos, no me deja avanzar, me volteo y veo el cadáver de un hombre a mis pies, esta boca abajo, me pregunto como murió, sus manos me sostienen, aun muerto tiene un agarre firme, sus brazos están morados hay un charco alrededor, escucho el goteo por debajo de la madera; todo es viejo en este lugar el reloj, la pared, el piso, el cadáver, no se por cuanto el tiempo ha estado detenido.


9. Quiero que el día en que me muera nadie me llore, porque pensarlos tristes me rompe el alma, quiero que ese día suene una canción alegre y suave, que la gente mire al cielo y la tataree, quiero que la huella que deje en sus corazones les impulse a sonreír en la tragedia, que les lleve aun suspiro alegre, a una tacita de café en la tarde, quiero pues que parezca de todo menos un funeral porque yo no he muerto en realidad, hasta el día en que ya nadie a mi me recuerde pero pienso que cuando eso suceda ya nadie llorara, entonces seré feliz si continúan, seré feliz si son fuertes.


10. Me miraste y dijiste que eras capaz, que tu por mi todo lo podías pero mentiste, tu no podías estar interesado de corazón en lo que yo hacia, mirabas sonriente la superficie y te ibas con eso, si hubieras ido mas afondo te llevarías en tu mente cada precioso momento pero así no fue contigo, como podrías.

Soñador de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora