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Advertencias importantes antes de leer el siguiente capítulo:

-Mención de abuso sexual y violación. Pedofilia.

Debido a ello y producto de las políticas de wattpad, me veo en la obligación de decir lo siguiente: NINGUNO DE LOS SIGUIENTES HECHOS NARRADOS A CONTINUACIÓN ESTÁN SIENDO ESCRITOS DE MANERA POSITIVA. NO AVALO NI ALABO LA VIOLACIÓN-PEDOFILIA-ABUSO SEXUAL.

Espero que, en caso de que si cae alguna denuncia, Wattpad decide revisar tenga en consideración este mensaje.

-Este capítulo también posee violencia gráfica, sangre y una escena muy delicada. Pueden saltarse la última parte del capítulo si son muy sensibles en el tema,  por favor eviten los malos comentarios.

Si desean saltárselo, lo ocurrido estará comentado al final del capítulo.

La luz neón de color rojo proveniente del exterior se filtraba por esas apestosas cortinas iluminando el cuarto y Muñequito se sintió como si estuviera otra vez en esa habitación donde conoció a su hermana

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La luz neón de color rojo proveniente del exterior se filtraba por esas apestosas cortinas iluminando el cuarto y Muñequito se sintió como si estuviera otra vez en esa habitación donde conoció a su hermana.

A esa Muñequita que ese hombre de ojos bicolor estaba usando a su gusto.

Extendió el brazo como si pudiera capturar la luz pero sus dedos se cerraron en la nada antes de recibir un golpe. Olvidó que Señor Kan estaba allí.

Otro error a su larga lista de errores.

Layla, amarrado todavía, parecía tener hambre y Muñequito quería tenerlo en brazos para protegerlo aunque fuera un poco.

-Eres imperfecto -le escupió Kan levantándose para vestirse, observando los moretones en la piel de Muñequito, la sangre en las sábanas, su rostro carente de expresiones-, deberías agradecerme, pedazo de mierda, porque estoy siendo bueno contigo a pesar de que ya no me sirves mucho.

No respondió aunque podía sentir las palabras en la punta de su lengua. Sin embargo, sabía que si hablaba ese hombre era capaz de quemarle la boca con el cigarrillo como hizo horas atrás cuando gritó por el dolor de la violación.

-Si sigues así -continuó Kan agarrándolo de las piernas, tirando de ellas y Muñequito aguantó el chillido gracias al movimiento brusco-, apenas lleguemos a tu nuevo hogar, voy a cortarte estas piernas. Ya no las necesitas más.

"No, no, no, por favor no...", quiso decir pero trató de ahogar las palabras una vez más.

-Bien, así me gusta -Kan ahora atrapó su rostro, apretando sus mejillas-, para que veas que soy más bueno, saldré a comprarte algo para comer, ¿qué tal caramelos, bebé? -Kan lo empujó contra su cuerpo y lo besó en la boca. Pudo sentir la lengua acariciando sus labios rotos-. Y comida para tu rata asquerosa también, ¿te parece?

No hubo respuesta. Kan soltó su rostro, agarrando su chaqueta y procedió a salir de la habitación. Resonó el ruido de la llave siendo girada, el silencio volviendo al cuarto.

Muñequito de porcelana//Jakehoon//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora