Draco malfoy para salvar a su familia de su castigo por ser mortífagos se sacrifica y pide que sea su castigo, su castigo es borrarle la memoria y mandarlo al mundo muggle, pero algo sale mal y el hechizo que le aplican no le logra quitar todo su ví...
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Draco odiaba esa sensación de no poder recordar su pasado, sus recuerdos que fueron borrados.
—hijo es hora de marcharnos —dijo su madre por lo que tomó la mano de draco y se teletransportaron a él ministerio de magia.
El ministerio era de color negro con detalles verdes por alguna razón este transmitia una sensación de dolor.
Justo se teletransportaron en una tipo sala de espera donde había una habitación pequeña como oficina.
—hijo espera aquí no nos demoraremos mucho, si quieres puedes sentarte en ese sofa —dijo su madre antes de meterse en una habitación junto con su padre.
Draco miró los sillones que encontró y se dio cuenta de la chica de cabellera rubia que se encontraba sentada en la esquina del sofá con una gran sonrisa y saludaba cariñosamente a draco a lo que draco solo intento ignorar.
Draco se sentó en la otra esquina del sofá no se sentía muy cómodo con la mirada intensa que le dedicaba aquella chica rubia.
La chica era rubia, tenía un vestido rojo con un escote muy exagerado que no dejaba mucho que imaginar, podría decir que se veía muy pequeña pero se veía que no tenía ni una pizca de inocencia en su mirada.
—buenos días señor malfoy —dijo aquella rubia.
—buenos días —dijo malfoy por educación.
—espere, ¿como sabe mi apellido? —pregunto malfoy con mucha curiosidad.
—todo el mundo lo conoce, usted es el salvador del mundo —dijo aquella chica.
—¿Salvador del mundo? —dijo malfoy.
—si.
—usted aparte de ser el salvador del mundo mágico es muy guapo —dijo la chica rubia mientras ponía su mano en la pierna cerca de su entrepierna.
—señorita.
—¿si? —pregunto fingiendo inocencia.
—podría alejarse —dijo draco con educación mirando aquella chica con incomodidad.
—¿no le gusta? —preguntó la chica.
—no, me causa asquerosidad —dijo draco harto de aquella chica.
—¡¿como?! —dijo furiosa esa chica ya que nunca antes ningún hombre la había rechazado.
—lo que escucho.
—aa, ya entendí te haces del rogar —dijo la rubia calmando se un poco acercándose más y más a draco.
Draco iba a contestar pero escucho una voz familiar que lo interrumpió
—¿Draco?.
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