Tuyo por venganza (gay) (M-PREG)

Capítulo 2

Zeus se quedó un momento mirando el monitor de su oficina, justamente veía cada uno de mis movimientos que ese mocoso hacía, como se movía. Incluso, miraba sobre su hombro para verificar que nadie lo estuviera siguiendo. Chasqueó la lengua, dejándose llevar por los pensamientos pecaminosos que tenía en ese momento. Estaba tan cansado de todo que lo único que buscaba era alguna solución a todos sus problemas que al final del día no eran más que una molestia para él.

Todavía no podía asimilar que ese mocoso se haya olvidado tan rápido de él, ¿Es que no le dio lo que tanto quería esa noche?

— ¿Y si me está mintiendo y sabe quién soy? —se preguntó a sí mismo—. Sé que fue él quien dio el segundo paso después de mi, pero no tiene ningún sentido que no recuerde nada si pasamos una semana juntos.

Algo dentro de él hizo clic.

— Soy tan estúpido —rió sin humor—. Su padre tiene mucho que ver con esto, con todas las desgracias que me están pasando actualmente.

Recordó con gran rencor todo lo que pasó esa semana, por su culpa su hermano estaba muerto y ese niño tenía mucho con qué ver en eso, porque su padre fue quien lo torturó durante una semana, mientras que él estaba teniendo sexo con Sasha como si fueran unos recien casados. La vida que actualmente tenía sin su hermano menor era una completa basura.

— Hermano, te estoy llamando desde hace media hora —Vladimir, el segundo en la línea familiar, entró con su teléfono en las manos—, ¿Qué estás haciendo?

— Nada que te tenga que interesar —respondió sin dejar de mirar la pantalla de su computador—, ¿Qué tienes para mi?

— Mandaron esto de la empresa —le pasó unos documentos—. Los hijos de nuestro verdugo quieren hacer negocios con nosotros.

— ¿Sabes si ellos tienen conocimientos de nuestro plan?

— No, lo único que sé es que todo está saliendo de acuerdo al plan —se pasó la lengua por los labios—. El hermano mayor parece tener algún tipo de amor fraternal con Sasha.

— Sí, eso me dijo hace dos años —revisó los documentos—. Esto es una mierda, no quiero estar en este sitio de mierda.

— Entiendo —dijo de manera burlona—, ¿No fuiste tú la persona que decidió venir a este lugar por el simple hecho de que querías conocer mejor al mocoso?

— No, algo no anda bien —se tocó la barbilla—. Él no me recuerda, dice que soy un desconocido.

— Es que eres muy impulsivo, no debiste de presentarte de esa manera tan brusca porque de seguro lo hiciste así —lo regañó—. Tienes que controlarte un poco, hermano, ¿Puedes hacer eso por una vez en tu vida?

— Sí —mintió—. No volveré a hacerlo.

— Como si fueras a cumplir tu palabra de no acercarte a ese niño —rodó los ojos—. Espero que no te importe el hecho de que tienes que cumplir con tus obligaciones como el dueño de una empresa.

— ¿Para qué estás tú y los otros? —rodó los ojos—. Tienen que hacer algo con sus vidas, no puedo simplemente estar haciendo todo por ustedes como si fuera su padre, ¿Qué diablos les pasa?

— Nada malo pasa —caminó hacia la puerta—. En cuanto puedas mándalos, no quiero retrasos.

— Sí, sí. Ya vete.

Su hermano salió después de decirle que no se descuidara del plan inicial para que todo saliera bien y que pudieran realizar su plan al pie de la letra como lo tenían planeado. El hecho de haber enterrado a su hermano menor fue asesinado por alguien que juró amarlo fue el peor de los dolores que su familia sintió. Cuando sus padres murieron hace años en un accidente aéreo, todo el imperio de estos quedó sobre sus hombros, por lo que sus hermanos Vladimir y Lucca decidieron ayudarlo, tomando el control de algunas empresas en lo que los demás terminaban sus estudios.