Tuyo por venganza (gay) (M-PREG)

Capítulo 4

Sasha entreabrió sus labios, dejando que la lengua de este entrara. La sensación de que le eran conocidos esos besos era demasiado extraña. El director no parecía el tipo de persona que se metía con un niño como él. Rodeó su cuello con ambos brazos, atrayéndolo más a él, algo que sorprendió mucho a Zeus. El alfa se posicionó mejor entre sus piernas y de manera intencional dejó que ambos miembros hicieran fricción.

Un pequeño suspiro escapó de los labios del beta, lo que provocó que ambos se separaran.

— ¿Y así dices que no recuerdas nada? —preguntó Zeus mordiendo su labio inferior—. Veamos si puedo hacer que recuerdes todo lo que hicimos esa semana.

Sin entender lo que quiso decir, lo miró para volver a ser atacado por los labios del alfa. Su cuerpo se estremeció, una parte de él le decía que debía de detenerse, que eso que estaban haciendo iba más allá de cualquier cosa que fuera bien vista, pero quería seguir más y más.

En un borrón, ya se encontraba desnudo por completo, el alfa no reparó en nada hasta tenerlo como quería. Estaba extasiado hasta el tope del menor que lo único que quería era seguir disfrutando de él hasta más no poder. Separó lo suficiente las piernas del chico, dejándolas en el aire.

— Agárralas, no quiero que después te canses tan rápido —el beta así lo hizo—. No te asustes, es algo que te va a gustar mucho.

— ¿Uh?

Zeus se quitó la parte de arriba de su ropa y alzó un poco más el cuerpo del chico para luego dirigir sus dedos hacia su entrada. No había lubricante, mucho menos algún método para que no le doliera, por lo que terminó por usar su propia saliva al igual que sus dedos. Tuvo que poner su mano en una de las piernas del chico para que este no las bajara por el placer que comenzó a sentir de repente. Esto no era para nada comparado a lo que ambos vivieron en el pasado. Al inicio lo trató con más delicadeza que esa.

— No vayas a llorar. No será divertido si lo haces —acarició su rostro—. Espero que no te importe, pero estoy muy caliente en este instante. Por lo que estos dedos van a ser reemplazados en algún momento.

— No puedo, se ve que es muy grande, ¿Me dolerá?

— No —colocó las piernas del menor sobre sus hombros—. No eres virgen, así que no necesitas que mis dedos te abran por más de un minuto.

— Es que...

— Es que nada —lo silenció—. Recuerda que no creo en nada de lo que me has dicho —el beta lo miró con ojos llorosos—. Tengo que investigar más a fondo todo lo que me has dicho, soy una persona que no cree en la pérdida de memoria.

— Pero le dije la verdad —susurró, y quiso alejarse cuando la punta de la polla del alfa se posicionó en su entrada—, espere un momento...

— Lo siento, pero ya no puedo más —entró todo de golpe, sacándole un grito de dolor al beta, que pudo haberse escuchado por todo el lugar.

El alfa le puso su mano en la boca, para que no hiciera más ruido. Era muy estrecho, por lo que era más que seguro de que él no había tenido sexo en mucho tiempo con alguien antes que él. La sensación de éxtasis estaba por todo su cuerpo, no podía dejarlo pasar así de fácil. No esperó a que se acostumbrara, el movimiento de su cuerpo arremetiendo contra el del beta eran sin pausas. Las lágrimas no se hicieron esperar en las mejillas del cuerpo que tenía debajo suyo.

— Tus lágrimas no harán que esto se detenga por un buen rato, Sasha —quitó la mano que tenía tapando su boca y pasando su pulgar por sus mejillas—. No llorabas tanto la última vez que nos vimos... recuerdo que lloraste a causa de que no deseabas ir con tu padre.