IV

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23 de mayo

La única realidad hoy es, nadie es feliz sin destruir la felicidad de otros.
O al menos no los buenos.
Buscan humillar, buscan denigrar o inclusive dañar a otros, sintiéndose superiores por ello, cuando solo son unos imbéciles más.

Que me llamen gay, maricon o otros insultos por mi orientación, es absurdo no me daña, solo me hace sentir pena, creen que sus palabras pueden afectar.
Pero no es así, aprendí que él único que puede juzgarme soy yo.
Ahora sus palabras vacías, son solo eso, no hacen eco, no buscan llamar mi atención.
Simplemente desaparecen.

Ellos sin embargo, lucen felices, alegres tras la mención y como otros silban en acuerdo.
No, el insultar a otros, sin importar que, nunca los hará mas "hombres".
Solo dan el claro ejemplo de que son unos retrógradas y que claramente tienen lo mismo de "hombres" que de inteligencia.

Pero el hecho de que también mujeres lo hagan, me hace pensar que cada día la gente es más ignorante, no, ellas no son otros "machitos", pero fueron criadas con esas ideas sin sustento ni aclaración dejándose en volver en la ignorancia.
Y en vez de dedicarse a aprender sobre aquellas cosas que nos hacen distintos como sociedad, juzgan y tachan de pecado la diversidad.

Hoy no es un buen día.
Solo quiero que acabe.
No quiero que otros deban pasar por lo que diario vivo.
Porque posiblemente yo lo tolere y pase de ello, pero otros no.
Aquellos que recién se descubren, será difícil y aun más si gente intolerante y grosera les juzga.

Solo quiero conciencia, solo eso, no por mi, si no para otros.

Fragmentos de Eden Martín Donde viven las historias. Descúbrelo ahora