Vkook ✦ ¿Y si tuvieramos un hijo? ¿Eso lo cambiaría todo?

Capítulo 6

Se despertó sobresaltado, jadeante y con los ojos a punto de salirse de sus órbitas. Una mortecina luz gris, la luz propia de una mañana nublada, sustituyó al sol cegador de la pesadilla. Sólo ha sido un sueño, se dijo. Sólo ha sido un sueño. Tomó aire y saltó de la cama cuando se pasó el susto. El pequeño calendario de la esquina del reloj mostró que todavía estában a 31 de Agosto.

Era sólo un sueño, pero sin duda profético, al menos en un sentido: prónto sería el cumpleaños de Jungkook y apenas pasaron dos semanas desde el anuncio del embarazo.

Todo parecía ser un sueño hecho realidad.  Los días se habían vuelto como un sueño, se sentía irreal y había veces en las que se preguntaban si de verdad las cosas estaban llendo de la manera en la que pasaban. Se sentían con más energías y con una felicidad que hace mucho no sentían. Sus sonrisas dejaron de ser por mera cortesía o por solo aparentar, no, está vez de verdad se sentían felices, plenos.

Tal vez el humor de Taehyung sólo variaba un poco en la oficina, pues aquel joven con el que tuvo su romance seguía caminando por su oficina como si nada. Suponía que era una especie de castigo por su gran error, tenía que tener enfrente todos los días un recordatorio de lo horrible persona que era.

Sin embargo al llegar a casa todo se iba, al cruzar la puerta su bello esposo lo recibiría y juntos pasarían el tiempo entre besos y caricias, entre risas y conversaciones sin sentido, solo pasando el tiempo uno al lado de otro.

Él omega volvió a retomar sus clases de violín, sin embargo, su profesor quien antes le enseñaba volvió a ayudarlo con el violín. Un chico demasiado joven y de gran aspecto pero sin ningun intéres pues Jungkook sólo deseaba volver a ser feliz con Taehyung.

─¿Qué...?

Preguntó con gran dificultad. Se sentía atrapado en una de esas pesadillas aterradoras en las que tienes que correr, correr hasta que te arden los pulmones, sin lograr desplazarte nunca a la velocidad necesaría. Sus piernas parecían moverse cada vez más desapacio mientras se esforzaba por avanzar entre la multitud indiferente, pero aún así, las manecillas del gran reloj de la torre seguían avanzando no se detenían: inexorables e insensibles, se aproximaban hacia el final, hacia el final de todo. Así se resumía su temor...

Pero esto no era un sueño, y a diferencia de las pesadillas, no corría para salvar su vida; corría para salvar algo más infinitamente valioso. En ese momento, se aproximaba al final, la vida parecía tener poco significado para Jungkook.

Él doctor informó la razón del porque no pudo quedar embarazado antes, estaba resuelto. Se trataba de su cuerpo, él omega nació con pocas defensas y por ello era fácil de enfermarse fuertemente, pero ahora que está encinta debe cuidarse demasiado, porque, tal vez, cuando sea la hora del nacimiento, Taehyung tendrá que elegir entra la vida del bebé o la de Jungkook.

Eres un caramelo macchiato, tu aroma es todavía dulce en mis labios

Este día Taehyung se sintió diferente desde que entró a casa, no hubo un abrazo y beso de bienvenida, sino una cara preocupada y nerviosa. Debía ya saber de antemano que la vida era así.

La vida era una balanza, no todo podía ir siempre bien, tenía que haber un equilibrio. Justo como iba su vida en esos momentos. Por mucho tiempo la balanza se inclino al lado de lo bello y alegre, ahora debía equilibrarse e ir al otro lado, del dolor de tristeza.

La voz de su alfa lo sacó de tantos pensamientos que lo atormentaban. En las próximas horas Jungkook sólo pensaba en las palabras del doctor, diciendo que su vida o la del bebé correría peligro.

─Amor, ¿podemos hablar? Sientaté

Dijo, esperando que Taehyung tomara asiento al lado de la cama donde se encontraba.