—No es Gucci pero no esta mal— dijo Yuri dándole una camiseta a Otabek.
—¿Utilizabas Gucci?— pregunto Otabek divertido.
—Por supuesto que no...solo era un decir— respondió con una risita.
—Aunque no lo creas no me gustaba mucho la vida glamorosa de los millonarios...mi estilo es mas como esto— dijo sacando una camiseta con un tigre estampado.
—Escoge lo que sea...se esta haciendo tarde— ordenó el rubio mirando el reloj de la pared.
Después de comprar y vestirse con otra ropa se dirigieron hacia las joyerías, les llevó casi toda la tarde y no podían encontrar el responsable de la compra de ese collar, terminaron en el parque del centro donde se sentaron a descansar unos momentos.
—¿Tienes hambre?— preguntó Yuri mirando a Otabek.
—Eso no importa ahora...debemos de seguir buscando— respondió recargándose en la pared.
—Lo se pero debemos comer algo o no lograremos nada— respondió levantándose.
Lo tomo de la mano y se fueron a un restaurante económico que habían pasado hace un par de calles, tomaron una mesa y esperaron a que algún mesero los atendiera.
—Déjame adivinar...¿nunca habías venido a lugares como este?— pregunto Otabek ante la actitud curiosa de Yuri.
—Solo una vez...con alguien...pero después de eso no— respondió volviendo a mirar a Otabek.
—¿Con quién?— preguntó Otabek intrigado.
—No importa...hay que comer rápido que pronto oscurecerá— respondió ordenando.
Otabek no pregunto mas, aunque no podía quitarse de la cabeza aquello dicho por Yuri. Se supone que hasta donde sabía, Yuri no tenía amigos y era un chico solitario pero en el tono en que habló fue como si le doliera hablar sobre esa persona. ¿Una mala relación? ¿Una relación fallida? ¿Alguien habrá jugado con él? Por alguna razón sintió una presión en el pecho al pensar en eso último.
Terminaron de comer y salieron del lugar, caminaron unas calles llegando nuevamente al parque.
—¿Cuáles son las joyerías que nos faltan?— preguntó Otabek pero no recibió respuesta.
—¿Yuri? ¿Qué sucede?— se giró hacia él, Yuri miraba hacia un árbol donde estaba sentada una niña.
De repente comenzó a caminar hacia esa dirección, Otabek lo miro confundido pero lo siguió también.
—Hola...aun sigues aquí— dijo sentándose enfrente del árbol, Otabek supo de inmediato que Yuri había visto algo así que se sentó a su lado a manera de que los demás pensaran que los dos estaban hablando.
—¿Quién eres?— le pregunto curiosa.
—Ha pasado mucho tiempo...nos conocimos cuando yo tenía 5 años— respondió el rubio, la niña lo miró unos segundos y luego lo reconoció.
—Yuri...eres tu— dijo alegre, Yuri sonrió.
—Aun sigues aquí...nadie te ha ayudado— dijo el rubio sintiéndose triste.
—Lo han querido hacer pero se rinden con el tiempo— respondió.
—¿Qué es lo que necesitas?— le preguntó descolgándose su mochila.
—Mi oso de peluche...lo perdí y mis padres nunca lo pudieron encontrar— respondió.
—Trata de describirlo...— pidió Yuri sacando su lápiz y libreta.

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Bonnie & Clyde
FanfictionYuri fue encerrado y abandonado en un centro de enfermedades mentales por su hermano luego de la muerte de sus padres y su otra hermana. Su diagnóstico fue esquizofrenia pero el único síntoma que presenta es hablar con la nada. Otabek, un psiquiatra...