Bonnie & Clyde

Capítulo 3

—¿Debería hacerlo?— le pregunto a Anya.

—Deja de hacer eso y solo comienza a hablar— ordenó Otabek sintiendo que perdería la paciencia.

Yuri se quedó callado, mirando hacia la esquina donde estaba Anya, ella asintió con la cabeza.

—Anya Petrov...estatura baja, cabello oscuro, piel pálida y tenía heterocromía, un ojo azul y otro café— Otabek se estremeció al escucharlo.

—Se conocieron desde que eran niños, se hicieron novios cuando cumplieron 15 y decidieron entrar a la misma universidad y misma carrera— continuo hablando.

—Murió cuando cumplió 24...cuando se arrojo de un edificio— Otabek se puso de pie comenzando a caminar de un lado a otro.

—¿Por qué sabes eso?— le pregunto sin creerlo.

—Porque...porque...porque ella me lo dijo— respondió desconfiado.

—¿Cómo que ella te lo dijo? ¿A qué te refieres con eso?— volvió a preguntar sintiéndose frustrado.

—Te lo dije antes...mis ojos pueden ver cosas que los tuyos ignoran— Otabek lo miro.

—Ella esta aquí...esta en ese lugar— dijo señalando la esquina.

Otabek miró hacia ese lugar, obviamente no vio nada. Solo bufo y salió de la habitación.

—No creo que haya sido una buena idea— dijo Yuri una vez a solas.

—Yo siento que es algo que necesitaba escuchar Yuri— dijo Lara.

—Yo estoy de acuerdo también Yuri— dijo Anya.

Otabek regreso a casa y se ducho con agua fría, no dejaba de pensar en esa conversación, era algo que lo estaba consumiendo poco a poco. Se arrojo a su cama, solo quería dormir y olvidarse de todo por un momento.

—¿Qué estamos buscando Anya?— pregunto Otabek mientras cavaba un pequeño hoyo en el césped.

—Ah...no lo sé...lo sabremos cuando lo encontremos— respondió con simpleza rascando la tierra.

—Tu amiga te lo pidió ¿verdad?— preguntó el niño cruzando los brazos, Anya no respondió.

—Te dije que era una tontería creer en esas cosas— dijo enojado arrojando la pequeña pala de juguete.

—Pero ella me pidió que buscará su collar— trato de defenderse.

—Ya te dije que los amigos imaginarios no existen— le gritó comenzando a caminar.

—Espera Beka no te vayas...no me dejes, eres el único amigo que tengo— le pidió corriendo detrás de él.

—No volveré a hablar de ella...por favor no me dejes— dijo llorando, Otabek se detuvo y se quedó de pie.

Abrazo a Anya tratando de calmarla, desde ese día nunca volvió a tocar ese tema hasta el día en que la encontró en su habitación.

[...]

Otabek despertó y aunque había vuelto a soñar con el pasado esta vez no se asustó, había sido algo tranquilo aunque lleno de culpa por alguna razón. Se levantó y alistó para ir al trabajo, se sentía muy relajado, como si lo que hubiera necesitado era tener ese sueño y por fin comprender qué es lo que le pasaba a Yuri.

Por otro lado Yuri había recibido visita acostumbrada cada mes por su hermano.

—Yuri...el director dice que no ve mejoría contigo— dijo Dmitry.