Capítulo 5: Shun Kaido (CCIV)

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Pensamientos

Kaido y Saiki se encontraban sentados debajo de un árbol de sakura

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Kaido y Saiki se encontraban sentados debajo de un árbol de sakura. El ojirojo estaba recostado en el tronco y el psíquico estaba recostado sobre las piernas de su novio.

—¿Saiki-kun?— el peliceleste le hablo mientras le acariciaba la cabeza.

—¿Hmm~?— fue lo único que podía decir le gustaba que Kaido hiciera eso, le relajaba bastante.

Sabiendo que ya tenía la atención de su novio le preguntó.

—¿Tú me amas?— dijo mientras bajaba la mirada hasta poder ver a Saiki.

Esto tomó por sorpresa al psíquico y se sonrojó un poco.

—¡Claro que sí!— le respondió tan rápido como pudo, se levantó de donde estaba, tomó las manos de Kaido y lo abrazo —Y yo haría cualquier cosa por tí— le susurró cerca del oído.

Lentamente se separaron pero solo lo suficiente para juntar sus frentes para así verse a los ojos. Kaido estaba sonrojado eran pocas las veces que Saiki le decía cosas así y cuando lo hacía era de manera inesperada. Saiki por otro lado apreciaba el rostro de la persona que amaba, tal vez no era de mostrar muchas emociones porque las ve totalmente inútiles pero por Kaido, por la persona que le enseño a amar lo haría y también haría hasta lo imposible por verlo feliz.

Momentos como estos donde se apreciaban y miraban lo hermoso que era la persona con la que estaban era lo que más le gustaba hacer.

—Te amare por siempre— dijo Saiki para acercarse lentamente a los labios de su novio y darle un casto beso uno que demostraba que lo que decía no era ninguna mentira.

—Te amare por siempre— dijo Saiki para acercarse lentamente a los labios de su novio y darle un casto beso uno que demostraba que lo que decía no era ninguna mentira

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—¡¡Whoa!!

Kaido despertó cayéndose de la cama.

—¿Por qué soñé algo así? Y más aún con Saiki
Llevo sus manos hacia su rostro completamente avergonzado.

—Y lo peor de todo es que se sintió tan real…— murmuró tocándose los labios —¡¡NO!!— negó rápidamente con la cabeza —Ahora no podré ver a Saiki a la cara que vergüenza.

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