Sonrisa cuadrada

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-El sol pega más fuerte en la banca que cuando estás en la cancha- pensé mirando a los fuertes rayos de sol que daban a mi cara, mientras una gota de sudor pasaba por mi frente.
-¡Ey Jungkook!- me gritó el entrenador, sacándome de mis pensamientos de inmediato. -Ve a la cancha! Hyunjin se lesionó-.

Hasta ese momento me di cuenta de lo que pasaba en la cancha, volteé a ver al tablero y estábamos perdiendo 3-1.
Luego giré mi vista a la derecha y ahí estaba él, tirado en el piso como un tarado, llamando la atención para que marcaran la falta al equipo contrario.
Corrí hacia el campo y me paré a la par de él. Mis ojos aún afectados por la intensa luz del sol miraron al chico, y ahí fue cuando noté mi primer error. Si estaba lesionado de verdad, su tobillo estaba descubierto y este sangraba.
-¿Puedes seguir?-. Preguntó el entrenador algo preocupado.

Hyunjin era su jugador estrella, aparte de Taehyung, que hace unas semanas se fue repentinamente del equipo, por eso estaba tan preocupado.
-Creo que no...- dijo este con tono de desesperación, al mismo tiempo que alzaba su mirada a su tobillo dolido.
Dicho esto, Jungwon y Bang Chan, lo sacaron de la cancha. Y en la banca lo esperaban Félix y Jackson con una bolsa de hielo, la cual la pusieron en su tobillo inmediatamente.

Los jugadores de nuestro equipo eran realmente buenos, solo era que unos destacaban más que otros.

Escuché una voz familiar así que despegué mi mirada de los jóvenes para dedicársela al chico que me hablaba.
Era mi leal amigo Park Jimin.
Nos conocíamos desde la primaria y desde que nos volvimos cercanos podemos pasar todo el día juntos, sin ningún otra interrupción.
-¡Hey!- dijo el rubio, con una amplia sonrisa en la cara. Solo me dispuse a saludar con la mano y sonreír, para volver a ver a los chicos en la banca.
Pero tenía que pasar, me iba a molestar con algo si o si, así que me empecé a preparar. Y pasó.
Arqueó una ceja, me vio con el rabillo del ojo y dijo:
-Mira al lado, en las gradas.- dijo mi amigo señalando con el dedo a su objetivo.
Como un tonto volteé a ver donde su dedo apuntaba y allí estaban ellos, como si nada besándose.
Jimin sabía perfectamente que eso me iba a fastidiar, así que me por eso me lo mostró.
Al principio si me puse algo triste, pero Jimin solo estaba jugando conmigo, así que reinicié mi pensamiento y lo volteé a ver.
Puse los ojos en blanco y le pegué en el hombro mientras él reía.

Nos adentramos en la cancha después de la pausa.

Jugamos durante 30 minutos logrando empatar el marcador 3-3.
La victoria estaba cada vez más cerca y con la noticia que me iban a dar mis amigos en el descanso, más entusiasmado me podría.

-¡Descanso!-. Gritó el entrenador y los jugadores se fueron a sus respectivas áreas.

Cuando llegamos el entrenador estaba viendo a Hyunjin y tocaba con cuidado el tobillo del adolescente. Este trataba de quitarle la mano pero el entrenador volvía tocar. Luego nos volteó a ver con felicidad.
-¡Muy bien! Logramos empatar, ahora que Hyunjin se siente mejor, podremos llegar a la victoria.-dijo este, mientras sacudía el hielo de Hyunjin por el aire.
Mientras que el entrenador daba la noticia y al mismo tiempo nos indicaba algunas nuevas jugadas, Hyunjin lo miraba con disgusto y confusión.
-Entrenador...disculpe, creo que mi tobillo no está del todo bien aho...- pero el entrenador no dejó terminar al joven.
-Ahora hidrátense y vuelvan a la cancha. Tranquilo Hyunjin, está todo en la mente.

Eso hicimos y sin pensarlo dos veces.

Ante esta respuesta, el entrenador recibió un fruncido de ceño de Hyunjin.

If the world was ending Donde viven las historias. Descúbrelo ahora