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Cuando Kim Taehyung creyó en la idea del perdón eterno de los pecados si se encomendaba a la gracia de Dios había olvidado lo bien que se sentía pecar.

Porque joder que el que cuerpo le suplicaba pecar, doblegarse a sus instintos, hacerse tentación y desastre, la sangre fluía caliente y espesa con rapidez por sus venas calentando su piel y expandiendo su miembro, ¿Dios le permitía sentirse tan bien como se sentía en ese momento? O de ser un error, bueno, ya estaba en el proceso, el castigo era igual, mejor terminarlo y que valga la pena.

Porque- oh...

Jungkook se volvió a arrastrar hacia el rubio y estirando sus manos las poso a cada lado de la cadera del otro. Subió la vista solo para encontrarse con el aura oscurecida del chico a su alcance.

—Aceptaré la pena por mis pecados pasados y por mis pecados futuros, padre... —, sin cortar el contacto visual fue rozando sus dedos hasta la hebilla del cinturón que estorbaba—, tomaré responsabilidad de todos mis actos pero, por favor castigueme usted mismo...

Y para darle más fuerza a sus palabras e intenciones, de las cuales seguramente se arrepentiría más tarde, desabrochó el cinturón y tomó el botón del pantalón negro para rápidamente quitarlo de su camino. La tela se sentía suave pero la piel por debajo de esta se sabía caliente, incitando, llamando a su encuentro.

—Enseñeme por favor...

Taehyung sabía por muchas razones que lo que estaba pensando estaba mal, pero... Que más da, la vida es una sola y si he de ir al infierno al menos disfrutaré de los errores que allí me llevaron.

—... a aceptar mis pecados.

Jungkook tomó los estremos de la cinturilla de los pantalones que el rubio llevaba para bajarlos lentamente junto con el elastico del boxer negro. Su lengua fue lo primero que tocó el miembro del joven, mientras lo humedecía con su saliva fue masajeando sus testículos para que terminara de pararse, ya se encontraba semi erecto.

—Nunca hice esto... —murmuró, mirando con mayor detenimiento la carne ajena expuesta a su vista, —... Pero a mí me hubiera gustado que me hagan así...

Procedió a abrir su boca dejando la lengua fuera para meter suavemente el miembro caliente, la intromisión se sintió vulgarmente correcta y el gruñido que salió de la boca de Taehyung solo lo hizo sentir orgulloso.

Acostumbrarse al sabor salino de la piel no fue complicado, lo difícil fue no ahogarse cuando trato de meter más carne a su boca y se obstruyera así la respiración. El rubio quiso reírse al parecerle de alguna manera tierno. Pero la inexperta lengua del más joven se paseo de lado a lado por su falo arrancándole un gemido grave y ronco desde la garganta. Ohh.

La siguiente sensación que rodeo el miembro de Taehyung fue el frío cuando el otro lo quito de su boca para respirar.

—L-lo siento —aun trabado por su última arcada, el chico trato de disculparse.

—Esta bien... —el de negro acomodó su pantalón sin abrocharlo para que su erección no molestara —, ven cariño, te mostraré algo que te gustará.

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La verdad es que Jeon Jungkook se sentía un pecador.

Aunque no siguiera esa religión realmente y tampoco entendiera lo que significaba ser un pecador, ahora mismo se sentía uno, y es que no podía no serlo cuando gimió fuerte y el sonido de su voz agudizada resonó en las paredes de la iglesia porque oh qué bien se sentía.

Capaz no era la primera vez que tenía contacto sexual en su vida pero sí la primera que lo hacía en una iglesia y joder, el tener a un cura entre sus piernas tocando su miembro y testículos con ambas manos mientras su boca se encargaba de la punta rojiza dando lamidas sobre el orificio para estimular mejor lo hacía sentirse un maldito pecador, y capaz su madre tenía razón.

"¿Es pecado?" [+18] [KTH+JJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora