Capitulo 29

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Londres, Inglaterra.
Jueves 15 de Enero, 2016.
11:30 AM.

— ¡Isabella!. — Harry iba detrás de la pequeña omega. — ¡Sebastián, quieto ahí!. — Señalo a el pequeño niño. — ¡Mía, no toques eso!, ¡Dios dame paciencia!.

Harry amaba a sus hijos, pero a veces le colmaban la paciencia. Y por la mañana el tenía que cuidarlos. Aiden y las gemelas estudiaban, y Louis trabajaba.

Harry soltó un suspiro, no quería hacerlo, pero tenía que.

¡Trillizos, quietos ahora mismo!. — Grito.

Sabía que no era la manera, pero si seguía así nunca le iban a hacer caso.

Los tres pequeños se quedaron quietos.

Los quiero a los tres sentando en ese sofá a la de tres. — Comenzó a contar con sus dedos. — Uno. dos. tres.

Los tres corrieron hasta el sofá y se sentaron, Harry rio al ver cómo se sentaban en el orden en el que nacieron.

— Se quedarán viendo la televisión mientras yo hago de comer para sus hermanos, ¿bien?.

— Si mamá. — Respondió Mía.

Harry asintió y les dedico una mirada, para salir de la sala y entrar en la cocina.

Había un recibidor entre la sala y la cocina, por lo cual Harry no podía ver a sus hijos. Pensaba seriamente en poner cámaras por la casa.

Dió la una de la tarde y Harry se encontraba limpiando unas repisas de la sala.

— ¡Hola, mamá!. — habló Dalilah dejando su suéter en la percha de el recibidor.

¡Ya llegamos, mami!. — Vania también dejo su suéter en la percha.

Las gemelas entraron en la sala.

— Hola mis niñas, ¿Cómo les fue?.

— Una de la escuela no deja de molestarnos con papá.

Harry frunció el ceño.

— ¿Molestarlas como?.

— Dice que papá es muy guapo.

Harry rio.

— Papá es muy guapo, ¿no?.

— Si, pero es tu esposo.

— Lo es. —Sonrió— vayan a cambiarse en lo que llega Aiden.

— Si, mamá.

Ambas niñas subieron hasta sus habitaciones.

Se habían mudado a Londres hace un año, ya que Louis encontró un trabajo donde ganaba muy bien, y decidieron mudarse.

Zayn y Liam también se mudaron a Londres, y Shawn y Niall se habían quedado en Doncaster.

Media hora después llegó Aiden, dejo sus cosas y entro en la cocina.

— Hola, mamá. — Beso su mejilla.

— Hola amor, ¿cómo te fue?.

— Bien. Estoy cansado.

Su hijo mentía.

— Ve a cambiarte y cuando termines llamas a tus hermanas para que bajen a comer.

— Si, ¿Y los trillizos?.

— En el patio.

Aiden asintió y salió de la cocina.

Harry suspiro, sabía que a Aiden lo molestaban en la escuela, pero aún no tenía la confianza de contarle.

Aiden era un omega muy fuerte, sabía que podía con sus problemas, pero Harry quería ayudarlo.

Mi Precioso Alfa [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora