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La nieve blanca caía por las calles de
Seúl llenando cada rincón sin sobra, y aún apesar de esto algunos pequeños pétalos rosados caían del cielo conmoviendo a los ingenuos humanos.

Son Hyeon Yeong caminaba pisando la nieve que resultaba cálida para ella. Extendió un brazo abriendo la palma de su mano hacia al aire para que aquel pequeño copo cayera sobre ella, así mismo miró el cielo sonriente.

ㅡ Ustedes si que son extraños ㅡ susurró, riendo levemente mientras negaba con la cabeza y el listón en su cabeza se agitaba de forma tierna.

Segura de misma, siguió avanzando, observando a los chicos de su alrededor los cuales cargaban una mochila como ella y se dirigían al mismo lugar.

Humanos.

Suspiró pesadamente realizando una mueca.

Asistir a un colegio con gente normal no sería fácil, pero debía hacerlo, se lo había prometido a sus padres al final de cuentas y sobre todo, a las divinidades en el cielo que la observaban constantemente.

Estuvo paseándose por los pasillos, recibiendo miradas curiosas por parte del resto de los jóvenes que se movían en el lugar con naturalidad. La mayoría le observaba con burla e incluso algunos murmuraban sobre su llegada, extrañados de un nuevo alumno en tan tardes épocas del año.

Esperó pacientemente a que la campanilla sonase y los alumnos corrieran hacia sus aulas, algunos en apuros y otros despreocupados.

Hyeon Yeong sentía una gran curiosidad por comprender a los humanos, así que los observaba constantemente de forma atenta, intentando descifrar sus comportamientos, pensamientos y sentimientos. Sobre todo cuando el aura en ellos era demasiado pesada.

ㅡ ¿Alumna nueva?

La peli negra alzó la cabeza hacia la voz que le hablaba y asintió despreocupadamente. El hombre de edad avanzada le sonrió con amabilidad y le pidió que le siguiera hasta dentro del aula.

ㅡ Buenos dias, jóvenes. ㅡ saludo el adulto. Fue fácil catalogarlo como el profesor de esa aula.

Hyeon Yeong se colocó al costado del hombre. No estaba nerviosa, pero si lo suficiente fastidiada de lo que estaba por comenzar en su vida.

Inconscientemente jugueteo con los dedos de sus manos que se mantenían dentro de los bolsillos de la sudadera.

Los alumnos frente a ella se pusieron de pie para realizar una reverencia ante la orden de uno de los chicos y al sentarse, los murmullos que venía escuchando desde que salió de casa, se repitieron.

ㅡ Puedes presentarte.

Era demasiado obvio que el hombre frente a ella era de edad avanzada, Hyeon Yeong podría saberlo no solo por su apariencia, sino por su voz y cálida mirada. Si algo tenía en claro era eso: los ancianos humanos tienen un cálido corazón. Por lo menos la mayoría...

ㅡ Mi nombre es Son Hyeon Yeong ㅡ inició su presentación con evidente confianza, mirando fijamente a aquellos que la analizaban. Recordó las palabras que le habían recitado para decir y tomando nota cuidadosa comenzó a repetirlas. ㅡ. He venido desde lejos a Seúl y es mi primera vez asistiendo a clases, es decir, la primera vez que tengo compañeros.

Algunos de los jóvenes rieron, les parecía demasiado rara la nueva. Hyeon Yeong, no se inmutó y sonrió con evidente falsedad.

ㅡ Espero no causar problemas.

Aunque realmente no estaba segura de ello.

Había tomado clases en casa durante toda su pesada vida, por lo que asistir a un lugar como ese con más personas a su alrededor le parecía fastidioso.

ㅡ Bien, ¿Heo Yung?

El profesor se mantuvo pensativo ¿había dicho bien el nombre?

ㅡ Hyeon Yeong ㅡ corrigió ella ㅡ. En casa me llaman Yeon Yeon.

Su comentario desató carcajadas en el aula que el hombre anciano (profesor) se esforzó en detener sin obtener éxito.

ㅡ Es un apodo de cariño y tiene un significado. ㅡ explicó entre dientes, estaba comenzando a frustrarse con quienes le rodeaban.

ㅡ ¿Cuál? ㅡ preguntó una de las chicas sentada hasta el frente.

ㅡ Flor de loto. ㅡ murmuró ㅡ. Hyeon myeonghan significa Gran Sabio y yeonkkoch Flor de loto; mi nombre es una combinación.

Hubo un pequeño silencio en que, gracias a su visión sobrenatural, Hyeon Yeong pudo apreciar a la mayoría pestañear en confusión.

ㅡ ¿Y porqué, Gran... sabio y... la flor de loto?

Hyeon Yeong llevó su vista de inmediato al joven responsable de la dulce y tímida voz. El chico se encogió en su lugar ante la mirada atenta de todos y un poco intimidado por los profundos ojos de su nueva compañera.

Su cabello castaño lacio caía por su frente pequeña, su nariz recta le daba un lindo perfil, sus pequeños ojos que parecieron brillar al observarlos con atención y aquellos delgados labios rosado que hacían contraste con su blanca piel y mejillas sonrojadas. Quizás se debía a la atención puesta sobre en él.

Hyeong Yeong tuvo que carraspear y apartar la vista del chico para volver en sí.

ㅡ Es... algo relacionado a personas que aprecio. ㅡ respondió sin rodeos, volviendo a observarlo y fijando su mirada en él.

Un pequeño silencio se hizo en la clase, donde todos observaban a ambos jóvenes mirarse.

Había algo en él que lo hacía demasiado atrayente para Son Hyeon Yeong, y comenzaba a molestarle.

ㅡ Bien, Yeon Yeon ㅡ habló el profesor con una voz amable ㅡ, sientate al fondo, junto al chico que te acaba de preguntar aquella cosa.

La pequeña nariz de la niña se frunció por unos segundos.

ㅡ Profesor, aún tengo una pregunta ㅡ se atrevió a volver hablar el muchacho. Cuando obtuvo el permiso bajó la mirada a la paleta de su banco ㅡ. D-dijiste que vienes de un lugar lejano ¿Cuál es ese lugar?

ㅡ No te importa.

Y sin esperar más, Hyeon Yeong se dirigió a sentarse, haciendo mucho ruido para intentar molestar al chico que ahora se encontraba a su lado.

Una nueva etapa, una nueva vida y ahora un nuevo compañero.

A Korean Odyssey 2 (¿La historia continúa?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora