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cuando llegaron, los jóvenes escogieron un lugar para no quemarse y que al mismo tiempo les quedara cerca del mar.

pidieron algo de tomar pues se morían de calor y charlaron un poco antes de que algunos comenzaran a meterse al agua.

pronto, soonyoung se levantó de su silla listo para entrar al mar, creyendo que minghao lo seguiría.
sin embargo, no fue así. su amigo pelinegro seguía sentado mirando al menor con una sonrisa.

se acercó al mayor extrañado y se sentó a su lado. ninguno decía nada pero se sentían un poco incómodos.

- ¿no vas a entrar? - dijeron ambos al unísono, sin mirarse.

cuando hicieron contacto visual, rieron levemente y minho negó la cabeza, divertido.

- ¿por qué? - inquirió el menor en un susurro, jugando con sus dedos.

- la verdad es que no tengo muchas ganas hoy - mintió, haciendo una mueca, pensando que así se vería más creíble.

soon hizo un poquito Ro y se levantó, Minghao por un momento pensó q en realidad el Pelicastaño le había creído y casi sonríe victorioso.

casi, por qué soonyoung tomo la mano del mayor, jalandolo para que de levantará, debido a que el pelinegro ponía fuerza, comenzó a jalarlo con ambas manos, haciendo muecas y provocando risas en el mayor.

algunos minutos después, minghao se rindió y se dejó hacer, haciendo que el menor estuviese a punto de caer sobre su espalda.

todo fue tan rápido, que no le dio tiempo de reaccionar y lo único que sintió fue un brazo en su cintura.

cuando soonyoung alzo la vista, vio a su amigo pelinegro con una enorme sonrisa.

– ten más cuidado – le guiño el ojo, sin dejar de sonreír y ayudo al menor a pararse adecuadamente.

soonyoung ya había perdido la cuenta de cuántas veces se había sonrojado en el día.

sin decir más, caminaron hacia el mar tomados de la mano, entrelazando sus dedos. al llegar al agua comenzaron a adentrarse lento.

Minghao en realidad le tenía fobia al agua pero lo último que quería era arruinarle el viaje a soonyoung.

– no tengas miedo, estoy contigo – susurro el Pelicastaño y Minghao lo miro con el ceño levemente fruncido, soon al ver esto se apresuró a hablar – se que tienes fobia al agua hao, no mientas.

el aludido suspiró pesado y asintió rendido. si soonyoung ya sabía no tenía porqué mentirle.

- no hay que meternos tanto. - habló han - además, hace mucho no nado y no estoy seguro de aún saber hacerlo.

hao soltó una carcajada.

- de acuerdo.

se quedaron un rato dentro del agua, viendo esta. donde lograban ver la arena y algunas conchas que se encontraban debajo de esta debido a lo claro que era.

– ¿eso es un pez? – dijo soonyoung, rompiendo el silencio que se había comenzada a crear entre ambos jóvenes, mientras señalaba el animal.

Minghao lo miro con ternura, parecía niño pequeño, como si fuese la primera vez que saliera a ver el mundo.

– eso parece – contesto después el pelinegro, pero sin mirar el agua. el estaba centrado en observar al menor, quien se encontraba a su lado aún viendo el mar, y sonriendo de oreja a oreja, provocando que sus ojitos parecieran medias lunas.

al poco rato, regresaron a la mesa, y se sentaron en las sillas, observando a los demás jovenes, quienes se encontraban aún en el mar jugando.

– traeré algo de tomar, ¿quieres algo? – se levantó Minghao, mirando expectante al contrario quien en seguida asintió, sonriendo.

sin decir más, comenzó a caminar hacia la barra donde vendían bebidas y comida, pidió algo que refrescara a ambos.

al regresar, vio al Pelicastaño platicando animadamente, e hizo una mueca.

Minghao creyó haberlo visto en algún lugar antes.

el pelinegro tomo una bocanada de aire y se acercó a ellos.

– hey, soonie – hablo hao, depositando un pequeño beso en la mejilla de este – toma – le tendió su bebida y el Pelicastaño solo puso agradecer en un susurro, pues no entendía el comportamiento del contrario. – oh, ¿quien es el, bebe? – cuestiono, con fingida curiosidad.

soonyoung abrió los ojos como plato ante el apodo, pero no dijo nada.

– soy jeno – replicó el otro chico, mirando al pelinegro con una sonrisa.

Minghao no pudo evitar rodear los ojos.

– ah, ¿en serio? – hablo cortante.

pronto hubo un silencio incómodo entre los jóvenes.

– espero verte otra vez, soonyoung – jeno decidió romper el hielo, sonriéndole al aludido mientras se despedía con la mano.

el pelinegro sonrió forzado.

– ¿que fue eso? – pregunto el pelicastaño cuando el otro chico ya se había alejado de ellos, mirando a su amigo cruzándose de brazos.

Minghao frunció el ceño.

–¿quée fue qué? inquirio, sin entender del todo.

soon suspiro pesado.

– ¡pues toda esa escena que hiciste! – exclamó, fastidiado por la actitud del mayor.

– yo no hice ninguna escena – negó con la cabeza y tomo un sorbo de su bebida..

el Pelicastaño no podía creer lo que estaba pasando.

– me sorprendes, minghao – fue lo único que dijo soonyoung antes de levantarse de su asiento para dirigirse con sus amigos. seguro ellos lo distraerían un rato de lo que acaba de suceder.

el aludido suspiro pesado y se acomodo mejor en la silla, observando como el Pelicastaño iba con sus amigos.

Minghao no sabía que hacer, estaba entre pedirle disculpas o solo dejar que las cosas se calmaran un poco, seguro terminarían hablando de nuevo, como si nada hubiera sucedido.

– creo que deberías hablar con el – hablo una voz a su lado.

cuando se giró a ver al dueño, noto que era Vernon, había tomado asiento a su lado y bebiendo de su cerveza.

hao solo se preguntaba cómo sabía, pero no dijo nada.

– ¿tú crees? – inquirió el pelinegro, haciendo una mueca y miro al mayor expectante.

Vernon solo asintió.

– anda – hizo un movimiento con la cabeza, invitándolo.

ahora fue turno del menor de asentir y le agradeció en un susurro, para luego pararse de su asiento y dirigirse al Pelicastaño.

cuando llego con sus amigos, abrazo a soonyoung por la espalda asustando un poco al menor.

– lo siento – susurro posando su cabeza en el hombro del menor.

soon suspiro pesado.

– hablemos luego, ¿está bien? – replicó el contrario, también en un susurro.

hao asintió, algo triste e iba a separarse del menor cuando sintió unas manos detener las suyas.

– te perdono pero tienes que contestarme unas cosas después – dijo y giro levemente su cabeza, acercándose lentamente a la boca del mayor acortando la distancia entre ambas, cuando ya sentían sus respiraciones mezclarse, unieron sus bocas en un tierno beso.

Minghao sonrió entre el beso.

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este capítulo y me voy a dormir, si gustan podrían ir a leer mí nueva adaptación, es kookv y espero les guste

Kiss Me HaosoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora