La casa de uno de los estudiantes más populares de la clase de las joven era invadida por un río de universitarios en busca de diversión. Tanto su interior como el exterior de la misma se hallaba repleta de jóvenes bailando, bebiendo, jugando y disfrutando de su juventud.
La música podía oírse incluso al inicio del vecindario, Nessa no pudo evitar pensar en cómo sería vivir en el mismo vecindario que jóvenes universitarios. Tanto Lily como su amiga caminaron hacia la entrada, siendo atraídas por la música y las luces de colores que se podían divisar desde su exterior.
Al ingresar, una leve capa de humo las hizo toser, pasaron por el salón donde se hallaban algunos jóvenes ingeriendo algunas drogas hasta llegar a la cocina donde el alcohol abundaba como si se tratase de agua. Gracias a la puerta de cristal, podían observar el patio trasero donde se hallaba la mayor parte de la gente.
Aquel terreno era muy amplio por lo que se podían apreciar muchas cosas, como la piscina donde se divertían unos cuantos jóvenes en paños menores, o el pequeño escenario que habían armado, rodeado de jóvenes que bailaban y bebían sin parar.
—Mira, allí está Jason. —señaló Lily al pequeño grupo que rodeaba y observaba con atención el partido de beer pong.
Ambas se acercaron y observaron a Jason jugar contra Maison, el partido estaba a punto de acabar y el más alto llevaba la delantera, a punto de completar el juego con una victoria a su favor.
El joven de cabellos rubios lanzó la pequeña bola y ésta ingreso en el vaso de su oponente, finalizando la partida y logrando que este bebiera su último trago.
Todos alabaron a Jason, felicitandolo por aquel juego y a Maison de igual manera por el aguante que llevaba luego de haber bebido todos aquellos vasos de alcohol.
Nessa observaba al rubio con una sonrisa embobada, perdida en la belleza de su sonrisa, así como el brillo de aquellos ojos esmeralda. El joven volteó su mirada y se acercó sonriendo a sus compañeras recién llegadas.
—Lily, Nessa, vinieron. —habló con entusiasmo.
—Fue duro, pero logre convencer a Nessa de venir a verte. ¿No es así, Ness? —la pelinegra golpeó levemente a su amiga con el codo, sonrojando aún más a la menor de los tres.
—Sí, es decir, estoy ansiosa por verte tocar con tu banda. —el rubio río por lo bajo y asintió.
—Será increíble, vinieron muchos estudiantes de otras clases, así que será la oportunidad perfecta para que nos vean. —ambas asintieron— bien, iré a prepararme, las veo desde el escenario. —el joven se marchó y Nessa suspiró como si hubiese retenido la respiración durante toda la charla.
—Necesitas relajarte, ven vamos por un trago, eso te dará mas confianza para hablar con él. —habló Lily tomandola por su brazo y arrastrándola hasta la cocina.
—Supongo que tienes razón. —ambas se sirvieron un vaso de cerveza y regresaron al patio trasero donde los jóvenes se hallaban en el escenario, preparándose para tocar.
Ambas se acercaron a la multitud y observaron a la banda de Jason y sus amigos comenzar a tocar. El joven de cabello rubio era el guitarrista, Maison, su mejor amigo, estaba en la batería, Carlo, hermano de Maison, estaba en el bajo y Oliver era la voz principal.
La gente gritaba y bailaba al ritmo del cover de I Just Wanna Live. Las jóvenes comenzaron a bailar junto a la multitud, disfrutando de lo bien que se oía aquel cover. Nessa no despegaba su mirada de Jason, su rostro concentrado, sus manos acariciando aquel instrumento, su cabello moviendose por el leve viento de la noche.
