Devoradora De Hombres

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Por las calles anda la Tigresa
asechando a su presa.
Los atrae con su belleza
y le hace perder la cabeza.

Pues ningún hombre logra escapar
de las garras de la felina
cuando se dejan atrapar
por una fantasía divina.

Su cuerpo no podrán resistir
ni de su fantasía podrán huir.
Débiles de voluntad serán
ante la euforia que obtendrán.

Una vez que la Tigresa
este satisfecha
Se deshará de su presa;
pues tan fácil como lo atrapa, igual lo desecha.

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