IV: NO, NO PUEDO

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TAEHYUNG

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TAEHYUNG

Cuando por fin salí de allí corrí a la florería, desgraciadamente, no estaba Jungkook allí, ni tampoco había rastro alguno de Hoseok. Taemin atendía clientes y por fortuna no me vio parado en el ventanal.
Camine un poco más por las transitadas calles del centro, ya no me importaba si la gente me veía aquí, si tomaban fotos o hablaban de mi en tanto notaban mi presencia. Todo acabo, soy libre... al fin podría tomar las riendas de mi vida. Por suerte estos años había firmado contratos importantes con los que gane muy bien, demasiado bien para asegurarme una vida tranquila, además de mis inversiones en algunas empresas, lo que también me proveía de más dinero mientras ya no trabajaba, si se lo preguntan, si... había pensado en que este momento llegaría y como la persona inteligente y con visión a futuro. Aposte por él. Ahora podía disfrutar de todo aquello que me prive por ser una imagen publica.

Bang, él no solo era mi representante, tenía donde más trabajar, muchos aprendices a su cargo y otros negocios aparte, se que le irá bien. Es un gran hombre que siempre esta en busca de nuevos talentos. Y sin contar que, legalmente es mi padre. Estará para mi incluso si ya no soy el gran modelo que él creo. Con los años aprendimos a querernos y tenernos el uno al otro.

Llegue sin darme cuenta a una tienda de ropa para niños, observe un momento allí, la vitrina estaba repleta de bellas prendas y por un segundo me imagine a mi mismo con un niño de mi mano, pero al mismo tiempo no pude imaginar a otra persona dándome a ese niño más que a Hoseok.
Y es que sin importar que él haya roto mi corazón, mis ilusiones y me abandonará sin explicaciones lógicas y congruentes. Lo amaba. Tan fuerte como desde el comienzo... tanto que dolía el pasar del tiempo, no ver su rostro iluminado por sus singulares sonrisas, no escuchar sus tarareos cada que hacía algo, o sus gritos de temor con cualquier cosa.
A este punto de mi vida, me doy cuenta de que desde el momento uno le pertenecí mas a el que a mi mismo y continua siendo de esa misma forma.
Aún así, mi orgullo estaba herido, y si es que él de verdad había vuelto como podía sentir. No podría solo... solo perdonarlo. No, no podría.
Gracias a él, el temor de ser abandonado había vuelto a mi sistema dejándola con una coraza puesta sobre mi con cualquier persona que quisiera acercarse nuevamente.

Muchos de ustedes saben a lo que me refiero, no es algo que tu puedas controlar, esto se da y también te lastima de la misma forma que lastimas a quienes quieren involucrarse.
La soledad se hace presente definitivamente. No importa si estas rodeado de gente. Aún esta ese sentimiento de vacío. Las ganas de salir de allí y perderte por que no soportas esa amargura. El nudo en tu garganta.

Mi vida se había transformado, ese Taehyung con la esperanza de que un día alguien llegaría a darle amor y se quedaría para siempre. Había muerto cuando Hoseok dejo de estar aquí.

Desde ahí le puse un punto final a mi felicidad, aceptando mi miserable situación.

Ni siquiera podía llenar los momentos de soledad acostándome con alguien más, por que la sola idea revolvía mi estomago. No podía verme a mi mismo acariciando otra piel. Ni besando otros labios, si no eran aquellos con forma de corazón tan suaves y esponjosos.
Estaba arruinado de por vida. Lo sabía.

UN FLORISTA EN SEÚL II (VHOPE) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora