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Chris no salió en toda la tarde de su oficina, por lo que me comentó en la mañana hoy tenia muchas entrevistas y algunas juntas por medio de zoom, yo lo comprendí no es fácil trabajar en pandemia, debe estar muy estresado, hace rato estaba pensando en entrar y charlar con el, sacarlo un poco de todo esto, pero simplemente no quería ser una molestia más.

Me arme de valor y entre a la habitación que se encontraba debajo de las escaleras, y ahí estaba recargado en el escritorio.

—Cariño, ¿estas ocupado?  —hablé acercándome a donde el estaba.

—Acabo de terminar, solo estaba ordenando unos documentos —habla cariñosamente.

—Debes descansar —me acerque a su espalda y comencé a masajearla, estaba tan tensa, pobre de mi esposo.

—Uhmm... Eso se siente bien —dice con la cabeza hacia atrás.

—Esto se sentirá mejor —dije inclinándome a su oído.

Hizo una mueca de confusión, yo dejé de masajear su espalda y me pase a su escritorio, cerré su computadora y giré la silla, ahora quedaba de espaldas a su escritorio y lo que era su trabajo, quería que saliera de todo esto por un momento, quería hacerlo sentir bien.

Me puse de rodillas y comencé a desabrochar su cinturón.

—No tienes que hacerlo princesa, estoy bien —habla jadeante.

—Quiero hacerlo —levanto la mirada y lo veo, con su increíble mirada oscura, simplemente candente.

Se levanta un poco para que pueda bajar su pantalón y su bóxer, se vuelve a sentar y termino de bajar la ropa, acaricio su miembro con mis dos manos y este poco a poco se eleva, sigo con mis caricias, a veces más rápidas, a veces lentas, acaricio su punta rosada y goteante por la excitación, aparte mis manos de su longitud y me dirigí a mi blusa, la levante poco a poco y la tire en algún lado, desabroche mi sostén y mis pechos quedaron al aire, no le tome importancia y seguí con lo que hacía anteriormente.

Volví a mi trabajo de mano y el solo gemía y jadeaba, lamí mis labios y llevé su miembro a mi boca, lo introduje poco a poco, lo llevé profundo y empecé a darle más placer, succioné un poco para hacer más presión lo que causó que mis mejillas se hundieran y se apegaran a su longitud.

Empecé a subir y bajar por todo su miembro y el entrelazó sus dedos en mi cabello para llevarme a su gusto, sus primeros espasmos se hacían presentes por lo que desacelere mis movimientos, quería que lo disfrutara, el no dijo nada y seguí, lento pero profundo.

Luego de unos minutos comencé a hacerlo más rápido, levante mi cabeza mientras chupaba su longitud, su boca estaba media abierta y me miraba, su miembro empezó a tensarse y yo lo saqué de mi boca para hacerlo terminar con mis manos.

Mi mano izquierda se ubicaba en la parte inferior de su miembro, con la otra hacía círculos sobre el y con mi lengua acariciaba sus testiculos.

Su cabeza cayó hacia atrás, de su boca salió un gran y varonil gemido, divino, y su líquido empezó a salir disparado, un poco cayó en mi rostro y lo demás lo dirigí hacia mis pechos.

Con su respiración agitada, volvió su mirada a mi, yo besé la punta de su longitud y me levanté, tome mi blusa y mi sostén, iba a dejarlo que terminara de ordenar sus documentos y lo esperaría en la habitación para descansar.

—Gracias mi amor —Se levanta y por detrás me toma de la cintura.

—Solo quería desestresarte un poco —dije poniendo mi cabeza hacia atrás en su hombro mientras el besaba mi cuello.

—Y lo hiciste, fue increíble —dice con sus labios aun sobre mi cuello.

Me voltea y ve su líquido sobre mi cuerpo.

—Debo limpiarme —digo mirándolo.

—Yo lo hago preciosa —dice acercándose a mis pechos.

Su líquido se resbalaba por mis pezones por lo que empezó chupándolos y quitándoles lo que tenían encima, que excitante, mis manos estaban posadas en su cabello y de mi boca salían jadeos.

Luego de dejarlos limpios jugó un poco con ellos y subió para besarme cariñosamente.

—Te espero en la habitación —dije saliendo de la oficina aún media desnuda.

—No vayas a dormirte cariño, esto apenas comienza —dice arrufando su nariz.

La verdad me estaba dando sueño pero lo necesitaba más a él...


Uyy 😳

One Shots | Chris EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora