CAP III "VIDA NUEVA"

6 1 0
                                    

Intentaba despertar, me sentía mareada, había una luz blanca directa en mis ojos ¿Qué mierda? Quería tallar mis ojos para observar mejor pero no podía, estaban atadas mis manos, quise mover mis piernas e igual estaban atados, empecé a alterarme, iba recuperando el conocimiento, ¿Dónde estoy?

Me sentía aturdida, desorientada, sabía que estaba en un quirófano, pero no creo que fuera por mi bien, después de un rato despierta, observé todo lo que podría usar para defenderme, alguien por fin iba entrando, se escuchaba la puerta.

Entró un doctor, anciano, observándome, y yo a él, ambos sin decir una palabra, así que habló primero.

-Soy el doctor Collins- su voz era áspera, de un fumador dependiente, quizá traería un encendedor consigo- Yo te guiaré a encabezar naciones, seré tu creador, solo necesito que cooperes en esto- y antes de que pudiera decir más lo interrumpí

-Y aquí vamos con el dialogo del villano donde te tardas más de 5 minutos contándome tu infancia difícil y tus problemas paternales que te llevaron a ser el villano, oh espera... ¿Me reflejé en mis palabras? - sonreí un poco.

-Necesito soldados, no payasos, pero no te preocupes, el único villano de esta película está esperando por portar tu nombre- Inyectó un suero en mi intravenosa.

Desperté, día 135, hoy no había agua al parecer, ya que no me despertaron con el agua fría de siempre ¿O la pusieron a calentar? No lo creo, abrieron la puerta "¡Siempre puntuales!" les dije a los guardias que me llevaban casi arrastrando, había bajado de peso, así que no hacían mucho esfuerzo.

-Hoy es el gran día T/N- habló el doctor Collins- ¿Steve Rogers te contó cómo lo hicieron? Porque te aseguro que dolió- me pusieron dentro de un cuarto, sin esposas, ni collares de castigo ¿Qué estaban haciendo? La última vez que me dejaron así, maté a 20 guardias, pero claro, me dieron mi gran castigo de electrochoques, una paliza de los demás guardias, incluso energía que desprendía del cetro.

- ¿Hoy por fin dejas de ser un imbécil? Porque eso si lo haría un gran día Collins- no dejaba de ver cada centímetro de la habitación, solo era un muro delante de mí, una sola entrada, pero estaba el ventanal reforzado, del otro lado estaba Collins, Joel, y Peters, ellos dos eran considerablemente más jóvenes que Collins, al parecer ellos estaban siempre aquí aprendiendo, Joel tenía unos 34-36 años, era el más maldito, Peters había sido un cretino, pero desde que le rompí la nariz con un excelente cabezazo, ha dejado de acercarse a mí.

En la habitación solo estaba una bocina, desde ahí podía escuchar todo, ya que dejó el micrófono abierto, desde donde estaba parada, podía ver mi reflejo en la ventana, no muy bien, pero me veía...hacía mucho que no me miraba, era yo, pero no me veía como yo.

-Joel, actívalo ahora- dijo Collins, fumándose un cigarro, tomando notas de lo que sucedía. Yo estaba observando de todos lados qué pasaría, hasta que el muro de atrás se movió abriéndose para dejar ver parte del cetro, pero esta vez más expuesto, desprendía una especie de energía color naranja, quizá amarilla; sentía cómo llamaba mi nombre, me fui acercando hasta tocarla, se sentía como una explosión en todas mis células, energía recorriendo mi cuerpo, como si cada gota de sangre que hay en mi cuerpo diera electricidad, sentía como me quemaba la sangre.

- ¡Suéltala ya! - escuchaba como gritaban desde el micrófono, los miré, estaban asustados, nerviosos, de eso me podría provechar, miré mi reflejo, mi nariz sangraba, mis ojos estaban inyectados de sangre, en la mano, aún tenía esa piedra naranja, mi cuerpo no aguantó más y me desmayé.

-No quiero dejar de buscar- me encontraba frente a Steve Rogers, a mi lado Wanda, en un espacio vació, negro.

-Lo siento, Tony ya no quiere seguir buscando, no hay cuerpos que puedan reconocerse, y ella ya hubiera regresado, Wanda- extendió su mano para tocar su hombro, Wanda lo apartó- No hagamos enojar a Tony, a veces él sabe lo que hace- lo dijo en un tono suave, abrazando poco a poco a Wanda, quien empezó a llorar en su hombro.

IN THE DEEP Donde viven las historias. Descúbrelo ahora