Dos personas aburridas y que necesitaban amor se juntaron gracias al destino. Ambos habiendo sido rechazados por sus amores platónicos tuvieron finalmente a alguien que los entendía.
(T/N): Bueno, como te había dicho, necesito ir a la escuela, así que te quedarás aquí sola durante unas horas
Amy: Sabes? Esa no es forma de tratar a una dama (T/N)
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(T/N): Ya te expliqué que necesito ir a estudiar, sólo serán unas horas y ya, hay muchísima comida y puedes usar el celular que te dí para entretenerte
Amy: No es justo! Yo no quiero que te vayas!
(T/N): Bien espera...
Saldría rápido al jardín y cortaría una rosa y se la daría a la chica, ella parecía algo confundida.
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Amy: Una rosa?
(T/N): Ayer ví que te gustaban mucho las flores del jardín, y ya que no puedes salir de casa al menos puedo darte una
La eriza parecía estar muy feliz con el regalo, y cambiaría su humor sobre mi partida, ahora yo me pude retirar más tranquilo mientras ella se quedaba en casa.
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Amy: Que linda rosa...por qué me la habrá dado? Nadie nunca me había tratado tan bien y me había dado un regalo tan bonito
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La eriza la oleria y se sonrojaria pensando en que alguien le hubiera dado un regalo tan romántico, sin darse cuenta su mente se llenaría de pensamientos amorosos que consumían su ser poco a poco.
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Amy: Será que acaso...le gusto a ese chico?
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La eriza sentiría mariposas en el estómago, sea muy inocente y tomó ese gesto como algo romántico, de su cabeza no podía salir la idea de que el chico que la había acogido en su hogar podría estar enamorado de ella.
Amy: Que emoción! Le gusto! De verdad le gusto!
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