Cuatro semanas desde que iniciamos clases, David y yo somos pareja, mamá no me ha vuelto a llamar, Nay cada vez babea mas por Eric y, bueno... él es gay, así que no la ve de esa forma.
Bueno, ese es el resumen de todo lo que ha pasado, lo sé, es corto, pero bueno, no todo en la vida va rápido.
Por otro lado, mi despertador me acaba de despertar de un sueño precioso en el que mamá volvía y todos éramos felices, en un mundo colorido, lleno de luz, paz y felicidad. En fin... cosas que no pasan.
-¡¡Wen!! ¡¿Vas a bajar o que!?- la voz de mi padre se escuchó desde abajo.
-Sí!! Ya voy, me estoy cambiando!!-le grité yo, mientras me ponía mí sudadera gris tres tallas más
grande.-¡rápido que un chico te espera!-gritó mi padre y yo me quedé paralizada.
¿Un chico? No he quedado con nadie para ir a clases hoy.
Me puse las zapatillas rápidamente y bajé las escaleras.
Me dirigí directamente hacia la cocina y ahí lo vi.
-Lista, petitsuise?
-Siempre, señor arrogancia- le respondí, agarrando varios bollos, metiendo uno en mí mochila y
comiéndome otro.-Adiós, enana-dijo mi padre y yo le dí un beso en la mejilla.
-Adiós, papá- me despedí y salimos.
Al cerrar la puerta, David me enseñó las llaves de un coche y yo sonreí mientras negaba con la cabeza.
-Vamos, sube- dijo abriendo la puerta de el copiloto del coche frente a la puerta.
-Gracias, aunque podría haberla abierto yo, ni soy manca ni me da miedo que se me rompa una uña- dije subiéndome.
-Lo sé... Lo sé... Solo quería ser un caballero- se justificó.
Cerró la puerta, fue a la otra punta del coche y entró cerrando la puerta tras él.
-Sabes que no necesitas ser un caballero conmigo, te quiero tal y como eres- le expliqué yo mirándole, él me miró, apoyó la cabeza en su asiento y susurró...
-Lo sé, petitsuise, lo sé- yo me acerqué a él y le besé.
-Bueno, ¿vamos al instituto o qué?- dije al separarme y mirar al frente.
-Sí... Sí... Dios, qué aburrida eres- dijo serio pero se veía que lo decía en broma y yo reí en forma de
suspiro.Él arrancó el coche y todo iba bien, mi casa estaba un poco lejos del instituto, así que el viaje sería de unos diez minutos, derrepente, mi teléfono sonó.
Riingg!!
Rápidamente miré quien era, era un numero privado.
-¿Hola?- atendí al teléfono
-Wendy- era ella, después de dos semanas, su voz de nuevo hablándome.
-¿Quién eres?- sabía quién decía ser, pero no sabía si realmente era mi madre.
-Soy yo, pequeño terroncito- respondió ella.
-Tú no eres mí madre, mí madre esta muerta- dije, y una lagrima salió de mi ojo, David aparcó en
coche, al parecer habíamos llegado, él estaba en silencio, mirándome y limpiando mi lágrima.-escúchame bien, Wendy, soy tu madre
-Sí claro, a ver, dime algo que solo sepa mi madre – era la única forma de saber si realmente era
ella.-Tu nombre completo es Wendy María Ramírez Pérez, de pequeña dormías con un osito gris de peluche se llamaba "señor oso", cuando eras pequeña querías tanto un perrito que cuando lo conseguiste le llamaste "Milagro". Y tu primer beso fue a los doce años con un chico tres años mayor.- ella se calló, todo lo que había dicho era verdad, todas y cada una de sus palabras eran
ciertas.-E-estás viva – tartamudeé.
Nota de la autora:
Bueno, Wen a confirmado que su madre está viva, ahora la pregunta es donde esta? Y porque mintió con su muerte?
Espero que os guste el capitulo <3