Capítulo final.

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|:(|

De pronto su cuerpo comenzó a temblar, y sus ojos se cristalizaron con lágrimas queriendo huir de sus ojos, tanto como lo quería hacer él con su cuerpo.

¿Qué estaba ocurriendo? ¿De qué no se había enterado? ¿Su madre y su abuela lo habían traicionado? No, ninguna de ellas hacía las cosas por maldad, en el fondo de su corazón sabía que esas dos mujeres lo único que querían era que volviera a ser el Jimin de antes. ¿Entonces por qué su pecho dolía tanto?

—J-jimin yo...— ni siquiera pudo escuchar más. Todo lo que hizo fue salir corriendo escaleras arriba, encerrándose en su habitación. Su respiración se había descontrolado y el pánico inundaba sus entrañas.

Jungkook lo había visto así. Lo había visto vestido de forma muy femenina, y también luciendo muy diferente a como se fue. Es decir, él por su propia voluntad y cuando el tiempo se acabara le diría quien era, pero que Jungkook haya venido a él, sin estar preparado para ello, era una locura.

¿Qué? ¿Todo era para que le dijera la verdad?

Tenía muchas dudas e interrogantes en su mente, no sabía que pensar o que creer. Cualquiera que sea, todas terminaban en negativas significantes.

—¿Jimin?—. Un toque en la puerta lo sacó de sus pensamientos— Abreme por favor, hablemos.— pidió su voz.

Un sollozo mal acallado salió de sus labios, enterró su cara en la almohada, para que ningún ruido se escuchara y con eso quizás Jungkook desistiera.

—¿No me abrirás? ¿No quieres hablar conmigo?—. Preguntó Jungkook, su voz sonaba dolida.

Jimin negó, arrastrándose a la puerta bloqueada, y apoyándose de ella.

—N-no puedo...— susurró limpiando sus lágrimas. Escuchó un suspiro.

—¿Habláremos de esta manera?

—S-si.— Si porque no me atrevo a decírtelo todo en la cara. Quiso decir, pero no podía, no aun. Necesitaba calmarse para abrir su corazón al amor de su vida.

—¿Por qué te fuiste sin decirme? ¿Por qué siquiera te fuiste y nunca hablaste conmigo?—. Preguntó su amigo al otro lado de la puerta, parecía que también se había sentado en el piso.

—Espera...— suspiró— Te.. T-te lo contaré todo pero da-dame un momento... Por favor.

—Esta bien, Jimin...

Un rato largo pasó, con el pelirosa tratando de calmar sus sollozos, tratando de calmar su alocado corazón. Aunque le resultaba un tanto difícil sabiendo que el azabache estaba al otro lado de la puerta, invadiendo su zona segura.

Un suspiro.

Dos suspiros.

Y al tercer suspiro no pudo parar de hablar.

—Soy gay.— comenzó crudo— Antes de conocerte, cuando vivía aquí, era muy liberal... Las cosas femeninas llaman mi atención, y me resultaba satisfactorio verme lindo al espejo.— su mirada estaba perdida, mientras abría su alma— Pero cuando me mude, y vi que las personas como yo eran juzgadas, simplemente me escondí y dejé olvidada esa parte de mi ser...— cerró sus ojos fuertemente— Cuando te conocí, me dije a mi mismo que dejaría de pensar en eso y escondí toda mi ropa y todos mis accesorios. Incluso ni siquiera mi mamá sabía de mis gustos.— susurró— Y estuve bien con eso, no me molestaba parecer normal... Hasta que todo se fue a la basura y mi corazón se e-enamoró...— su voz se quebró, sin duda esta era la peor parte— Me en-enamoré de mi mejor amigo, de su trato y su personalidad, me enamoré de sus lindos ojos y de la forma en la que su sonrisa irradia mi ser...— sollozó— Pero volví a ocultar mis sentimientos.— paró un segundo, tratando de recomponer, tenía que calmarse o sus palabras no serían entendidas con claridad— Me prometí no demostrar mis sentimientos, porque no quería incomodarte o llegar a molestarte, pero me cansé... Me cansé de verte y no poder decirte lo que siento, y me fui, porque necesitaba arrancarme esos sentimientos del corazón. Y-y tu viniste y lo echaste todo a perder...

My sweet boy➸Kookmin©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora