Océano

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"Pará ser un príncipe tienes muy mal vocabulario"

"¿Un príncipe? -Xie Lian miró sorprendido al recién llegado, preguntándose que había estado haciendo el platinado en esas semanas, y este asintió hacia él, esperando que el castaño no hiciera algún comentario que lo expusiera-. "Oh, un placer conocerlo, mi nombre es Xie Lian"

Para sorpresa de Mu Qing, el príncipe terrestre hizo una ligera reverencia enfundando mejor su espada, Hua Cheng no dejó de mirar a Mu Qing, parecía como si supiera algo más o como si tratara de descifrar algo.

"¿Vive aquí o está de visita?"

"Oh, de visita, me topé a Mu Qing por casualidad" -El platinado asintió, agradeciendo mentalmente a su hermano por esta vez seguirle la mentira, y por lo que llevaba conociendo a Feng Xin, este iba a preguntar cuando estuvieran solos, cada detalle del de blanco-.

Mu Qing tosió ligeramente, había sentido unos segundos que el aire tardó en pasar, pero ignoró aquello, al igual que ignoraba el incómodo silencio que se había presentado.

"Si no tiene donde quedarse, puede quedarse en el castillo, igual que su acompañante, como muestra de disculpa por atacarlo así" -Y Xie Lian sonrió honesto hacia este, empezando a atar hilos de que había estado haciendo su hermano en la tierra de los mortales humanos-. "Será mejor que volvamos, Fu Yao, habrá una fiesta en la noche y no quier-"

Feng Xin no pudo terminar su frase al mismo tiempo que fruncia el ceño, el platinado lo ignoraba por completo, incluso con un deje de curiosidad y emoción en su rostro.

Y es que, a la fiesta que se refería el castaño, era la llegada de unos príncipes de medio Oriente, que venían de visita para arreglar unos acuerdos con sus padres, de intercambio de especias o algo así. Y lo que había captado por completo la atención del platinado, e incluso de Xie Lian que dejó pasar el tema del nombre de su hermano por aquello, fueron dos elefantes en fila, con sus cuidadores caminando junto a ellos.

Ambos tritones habían visto elefantes en la escuela, por fotografías, pero jamás habían pensando ver uno en persona, y eran preciosos, Xie Lian casi lloró al verlos pasar junto a ellos, y Mu Qing, ignoró todo a su alrededor, admirando por completo a los mamíferos, y diciéndose a sí mismo que había valido la pena todo lo que le esperara volviendo al océano.

Al estar en la entrada del castillo, y con un silencio muy incómodo por parte de los cuatro, se miraron entre sí, el primero en entrar fue Feng Xin, recibiendo reverencias, Mu Qing ya había comenzado a acostumbrarse a aquello, y aunque habían sido...

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Al estar en la entrada del castillo, y con un silencio muy incómodo por parte de los cuatro, se miraron entre sí, el primero en entrar fue Feng Xin, recibiendo reverencias, Mu Qing ya había comenzado a acostumbrarse a aquello, y aunque habían sido cerca de tres semanas que llevaba conviviendo con él, la cercanía del contrario comenzaba a volverse costumbre, tanto, que no notó que sólo iba a unos centímetros junto a él.

Xie Lian en cambio, platicaba con el hechicero acerca del lugar y le comentaba lo emocionado que estuvo al ver a los animales, su sonrisa iluminaba el lugar completo, y Hua Cheng no se cansaría de admirar al de blanco, el solo verlo lo animaba a vivir.

Redbone (fengqing)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora