Capítulo III

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El último mes que me quedaba para ir a Hogwarts se me estaba haciendo eterno, hasta que al final llegó el día. Mis tíos me llevaron a la estación de King's Cross.
Estaba muy nervioso ¡este sería mi primer año!
Aprendería un montón de hechizos y pociones extrañas, tendría clases de vuelo con escoba (aunque no me haga falta) y aprendería a transformar cualquier objeto en uno completamente diferente, estaba muy emocionado, pero lo más importante es que estudiaría en el mismo curso que el mismísimo Harry Potter, este sería un año fantástico.

Llegamos a la estación a eso de las once menos cuarto, solo quince minutos para que salga el tren.
Me puse entre los andenes 9 y 10,empecé a correr y cuando llegué al muro que separaba los andenes lo atravesé y llegué al andén 9¾.
Mis tíos llegaron detrás de mi y juntos fuimos a las puertas del tren, el andén estaba lleno de alumnos y mascotas.
Lechuzas revoloteando y ululano por todas partes, gatos corriendo entre las piernas de los alumnos, a los que les oía gritar:

–Abuela no encuentro a mi sapo.

–Lee venga enséñanos lo ya –decían otros y a continuación empezaban a gritar, a saber que habían visto.

Cuando estaba a punto de entrar en el tren oí a alguien gritar.

–¡Remus!

–¿Si? –pregunté, pero en cuanto me di la vuelta le reconocí, Harry Potter.

–Hola Harry, por cierto ¿como has sabido llegar? Hadrid no te dijo nada ¿no?

–He conocido a una familia que me lo han explicado –me respondió.

–A, bueno vamos a buscar algún compartimento libre –le dije.

Me despedí de mis tíos y me monté en el tren con Harry. Nos fuimos abriendo paso como pudimos hasta que llegamos a un compartimento vacío prácticamente al final del tren, a Harry le costaba meter su baúl en el compartimento hasta que dos chicos pelirrojos le ayudaron.

–Gracias —dijo Harry.

—¿Qué es eso? —dijo de pronto uno de los gemelos, señalando la brillante cicatriz de Harry.

—Vaya —dijo el otro gemelo—. ¿Eres tú?

—Es él —dijo el primero—. Eres tú, ¿no? —se dirigió a Harry.

—¿Quién? —preguntó él.

—Harry Potter —respondieron los dos a la vez.

—Oh él —dijo Harry—. Quiero decir, sí soy yo.

—Jajaja —no pude evitar reírme con los gemelos mirando boquiabiertos a Harry mientras que este se ruborizaba.

Entonces la madre de los gemelos les llamó y se fueron, mientras esperábamos a que el tren saliera de la estación escuchaba como los gemelos hablaban y le contaban al resto de su familia que habían conocido a Harry Potter, por lo que había entendido los gemelos se llamaban Fred y George, el mayor que al parecer era prefecto se llamaba Percy y el chico que parecía de nuestra edad se llamaba Ron, también estaba una niña pero no llegué a oír su nombre.

El tren se puso en marcha, y entonces la puerta del compartimento se abrió y entró el menor de los pelirrojos.

—Hay alguien sentado ahí? —preguntó, señalando el asiento opuesto a Harry—. Todos los demás están llenos.

—No, siéntate —le dije.

Se sentó y se  puso a mirar por la ventana,  estuvo así durante un rato hasta que dijo

—¿Eres realmente Harry Potter? —dejó escapar.

Harry asintió.

—Oh...  bien, pensé que era otra broma de Fred y George —dijo Ron—. ¿Y realmente te hiciste eso... ya sabes...?

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⏰ Última actualización: Mar 23, 2015 ⏰

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Remus Black Y El Comienzo En HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora