Todo comenzó en ese camping, un camping con glamour .Necesitaba aislarme.Mucho trabajo, mucha responsabilidad, mucha tensión acumulada.
Huir es la mejor opción .Desaparecer unos días ,aprovechar el sol, el aire puro de la naturaleza, el sonido de los pájaros al despertar ,el silencio , leer algún libro ,despreocuparme del vestuario ,las pinturas ,el peinado . Apreciar nada más ni nada menos que el silencio.
Poco equipaje.
Organización cero.
Me habían hablado de este camping, alejado, silencioso, especial para caminarlo, partes con sol, partes en sombra, piscina, playa, resto .Alcanzaba y sobraba para disfrutar de unos días libres.
Destino .La Pedrera.
Faltaban unos kilómetros cuando sin aviso, comienza a llover.
Solo pensaba en mis terapias de grupo,en las sabias palabras de mi terapeuta cuando decía “si hay un estrés constante, el sistema nervioso se mantiene excitado y con pequeñas cantidades de presión te puedes sentir abrumado” .Y esa era la situación, esas pequeñas gotitas de agua natural me estaban abrumando, el sonido contra el parabrisas se amplificaba en el interior del coche, el zumbido del limpia vidrio era irritante.
-Voy camino al paraíso, voy camino al paraíso, voy camino al paraíso… comencé a repetir en alto para auto convencerme. Lo importante ahora es “relajarse “
-Haz respiraciones largas y profundas, me decía una y otra vez mi terapeuta.
-Cuando inhales cuenta hasta cuatro y exhala. Y yo como chica aplicada respiraba y respiraba profundo, el tema fue que los vidrios comenzaron a empañarse asique respiraba y limpiaba, respiraba y limpiaba y de relajación…cero.
Pero me concentre tanto en mis ejercicios que cuando menos lo pensé…ahí estaba.
Por fin había llegado a mi paraíso.
El sol, apenas se veía entre esas nubes tormentosas. Me acerco a la recepción, ya más tranquila, Walter es quien me guía a esa pequeña cabaña, poco se veía, solo me acuerdo de un largo puente colgante, perdido entre las ramas de acacias…solo quería llegar.
Ahora un hermoso atardecer…
Atardecer de lluvia, con brisa de verano...ventanas abiertas de par en par, las cortinas que volaban suavemente, sentía el aroma a tierra mojada comenzaba a disfrutar del entorno, de las maravillas de la naturaleza.
Me encontraba boca abajo en esa enorme cama rustica, inmaculada, sobre la cual colgaba un pintoresco tul que había corrido…así estaba, mirando hacia la ventana disfrutando de un paisaje sin igual.
Ahora sí, podía decir que estaba relajada.
Mi libro en mano, la copita de vino cerca.
Hoy mi música, es la lluvia y mi perfume, la naturaleza.
De repente siento un ruido en la puerta, salto de la cama pensando en Walter de la administración.
-que podría pasar? ...la abro y ahí estabas, todo mojado, con una mochila a cuestas diciendo que estabas perdido que no encontrabas tu cabaña...obviamente deje que entraras, y te dije que esperaras a que la tormenta pasara para seguir. Dejaste todo junto a la puerta, te di una toalla y pasaste al baño a secarte , en ese instante un qué se yo hizo que mi piel se erizara .
No esperaba visitas pero como de costumbre estaba con uno de mis baby doll de encaje transparente, el que aproveche a tapar mientras no estabas, pero se ve que no había pasado desapercibido.
Cuando sales, nos presentamos y al no haber sillas libres te invito a sentarte al final de la cama Comenzamos a conversar y continuamente los dos mirando hacia fuera, en realidad creo que esperando lo mismo, que no dejara de llover.
El ambiente era perfecto, buena charla, compartiamos el vino.Un entorno sereno.
De repente en uno de esos movimientos de cabeza que se dan al unísono que generan un rose tan sensual e irresistible que no se pueden dejar pasar, me embestiste con un beso, con tus manos tomaste mi rostro y de ahí en más tu cuerpo húmedo y el mío caliente comenzaron a entrelazarse…
Sin dudarlo me sacas la ropa, mientras yo te ayudo con la tuya quedando piel con piel
Al ruido de la lluvia se le sumaba el cabalgar de nuestros corazones.
Me apoyas contra la pared queriendo tener el control, me agarras fuerte de las manos sobre la cabeza mientras me besas alocadamente, refriegas tus genitales contra mi pelvis, mientras te abrazo con una pierna tratando que nuestros cuerpos se ajusten.
Sin perder el tiempo me sientas en el mismo lugar donde empezamos, te incas y tu rostro se pierde entre mis piernas, sentir tu lengua como serpentea me excita y me hace desearte cada instante más .Llega a ser tanto lo que siento que me hace sentir culpable de estar con un desconocido y poder disfrutarlo de esa manera desenfrenada. Necesito tomar el control asique paso mi pierna sobre tu cabeza y me paro.
Quedas descolocado y tu pasas a mi lugar.
Antes que reacciones me pongo de rodillas porque quiero darte lo que tú me diste” placer”. Asique ahora yo te agarro las manos con firmeza ,pongo tu pene en mi boca y de a poco lo chupo, lo aprieto con mis labios mientras entra y sale suavemente ,le paso la lengua en todo su recorrido y es tal el placer que sentís que no te podes contener ,comienzas a acelerar tu ritmo y acabas en mi boca ,te miro a los ojos mientras tu semen se escurre por mi cuello y por última vez tomas mi rostro con tus manos y me das un beso con la misma pasión que el primero. Ahora nos recostamos .
Fundidos en la cama quedamos en silencio, disfrutando de la brisa, de la lluvia y del olor a tierra mojada .
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Relatos mágicamente excitantes
FantasiNo solo la pasión nos genera adrenalina. Hasta en un simple encuentro , cuando sabemos que es con la persona indicada .