Tris

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Tori está trayendo una pequeña caja de cartón, la pone sobre una de las mesas y veo que contiene agujas y tinta. Entonces alza una de sus manos para que hagamos silencio.

- Convoque esta reunión para joder a Evelyn Johnson -

*Aplausos y Obaciones*

— y en parte por otra razón -

Ella comienza a buscar en la caja que tiene cerca y luego nos muestra una aguja para tatuar.

- Para crear algo que nos enlace a todos nosotros - . Ella sostiene la aguja en ambas manos, tan gentilmente como si casi sostuviera un niño.

Los Osados comienzan a formarse en una línea rápidamente. El tiempo avanza, y mientras lo hace, me vuelvo más y más consciente de lo que vamos a hacer esta noche. Dejar la ciudad. Romper la ley. Tal vez nunca regresar. Encontrar el mundo de afuera. Escuchar la respuesta a todas nuestras preguntas.

¿Somos realmente sólo un experimento? ¿Cuanto tiempo han estado allá afuera? ¿Han estado observandonos? ¿Qué quieren de nosotros?

Y la más importante de todas para mí: ¿Quién es Edith Prior?

Christina regresa de la línea de tatuajes con el número trece en su brazo. Noto unos pequeños puntos flotantes sobre el tres e inmediatamente me da una sonrisa burlona.

- Polillas - me explica - dura como bolas de algodón ¿no? - .

Me rio, pero luego me pregunto si es correcto hacerlo, porque eso fue lo que dijo Will cuando descubrimos que ella le temía a las polillas. Pero supongo que, cuando alguien muere, lo que está bien es hacer lo que de verdad sientes. Y Christina sigue sonriendo igualmente.

- Se siente bien pensar en ello - dice ella mientras se sienta a mi lado - ¿sabes? -

Asiento con la cabeza y aunque se que soy una Estirada y no debo hacer este tipo de cosas, tomo su mano y la aprieto.

Tobías y yo hacemos fila en la línea de Bud (el otro tatuador que estaba en Osadía), y Shauna maniobra su silla en la línea de Tori, delante de Zeke. Reviso mi reloj. Solamente tenemos unas horas antes de que iniciar nuestro plan de escape — No tenía la intención de pasar mis últimas horas esperando por un tatuaje, pero tal vez esa es justamente la forma en que van a pasar.

- Yo realmente voy a extrañar este lugar - digo.

- ¿En serio? - Tobías se encoje de hombros - mis pensamientos son más como: Hasta nunca.

- ¿De verdad no hay nada qué vayas a extrañar? ¿Ningún buen recuerdo? - Lo empujo con mi codo.

- Está bien,  si hay un par de recuerdos - Él sonríe.

- ¿Alguno qué no me involucre? - Le digo - “eso suena realmente egocéntrico, tú sabes lo que quiero decir .

- Claro, supongo - Tobías se encoge de hombros - Quiero decir, debia tener una vida diferente aquí, incluso un nombre diferente. Aquí es donde siempre fui Cuatro, gracias a mi instructor de iniciación, él fue quien se le ocurrió mi apodo.

- El legendario Cuatro -  digo dándole mucha importancia agitando mi mano

- En efecto - él extiende sus brazos - y no sabes que afortunada eres de estar ante mi presencia.

Lo golpeo en sus costillas con mi codo.

- ¿Por qué no he conocido a ese tal instructor? - le digo

- Por qué está muerto.

Tobías dice “muerto” como cualquier otra palabra, pero sus ojos se encuentran los míos y puedo decir que esa muerte no fue casualidad - Amar era Divergente.

Toco su hombro porque no hay mucho que decir y se mueve como si estuviera incómodo.

- ¿Lo ves? - me dice - hay demasiados malos recuerdos en este lugar, asi que estoy preparado para irme.

Nos quedamos un rato en silencio y se siente cómodo, lo que es algo extraño para mí. Usualmente el silencio está cargado con palabras que ninguna persona dice o no encuentra la manera de decirlas, pero con él, siento que mi presencia es suficiente y la de él tambien lo es.

Nos movemos cada más y más cerca de las agujas de tatuaje, y cuando estamos a unos pocos metros, Tori dice sin levantar su cabeza - Ustedes dos, vengan a mi línea.

Estoy algo nerviosa, pero no quiero que ella note que estoy nerviosa de su presencia, así que hago lo que dice.

Me quedo cerca de Tobías, y cuando Tori termina con la mujer osada que está frente a mí, mueve su dedo llamándome - Tú sigues.

Ella cambia la aguja por una nueva y prepara un nuevo lote de tinta. Sus manos se sienten estables y pequeñas, más que cualquier mano que reconozco, que casi parecen descansar en el aire como si fueran una tabla, inmóviles.

Me siento frente de ella.

- Puedes acercarte un poco más ¿sabes? - me dice - no te morderé - ella inclina su cabeza - Oh, espera, yo he hecho eso, ¿verdad?.

Me acerco un poco más.

- Sé bien que la parte superior de tu brazo está ocupada, así que puedes elegir un lugar diferente - ella dice y su voz es sorprendentemente suave. Sus ojos, se curvan gentilmente hacía abajo en los bordes, encontrando los míos.

- Está bien - digo

- ¿Cuál es tú número? - dice ella - ¿o tú aproximación de el?.

Mi número de miedos, cuando fui a través de ellos en mi paisaje del miedo durante mi iniciación, fueron siete. ¿Pero sigo temiendo las mismas cosas ahora? ¿Sigo teniendo miedo de ser responsable de las muertes de mi familia después de qué todos se han ido? ¿Sigo teniendo miedo de estar con Tobías, de ese modo?

- Si tienes problemas, piensa en este tatuaje como un recuerdo de tus miedos como una iniciada osada - me dice Tori - el número puede cambiar, pero tú memoria siempre va a ser la misma, así que eso es lo que vas a recordar, no el número de miedos.

Eso lo hace más fácil - Mi número fue siete.

Le ofrezco mi brazo, luego limpia mi antebrazo con antiséptico y la aguja toca mi piel. Estoy acostumbrada al empuje de la aguja sobre mi piel y al dolor punzante que hace que mis ojos se llenen de lágrimas. Esta vez no miro hacia otro lado, solo veo que la aguja se mueve, que limpian el exceso de tinta y que mi piel se pone roja alrededor del tatuaje. No me gusta el ruido molesto que hace como si estuviera escuchando un panal de abejas.

- Aparentemente no necesitabas que Jeanine estuviera viva después de todo - Tori dice despacio - no la necesitabas para que el vídeo se mostrara.

- No sabía eso en ese momento.

- O una parte de ti no quería saberlo, una quería que estuviera viva.

- Estoy contenta de que este muerta.

- Hmmm.

- Oye - digo duramente, así que Tori se detiene y levanta la aguja - la odiaba, me alegro de que este muerta, tú no eres la única a la que le robo alguien de su vida, así que deja de actuar como si lo fueras.

Ella no responde, en lugar de eso vuelve a poner atención al tatuaje y a trazar cada línea, rellenando el espacio entre ellas. Cuando termina, la piel alrededor del número siete brilla de color rojo, pero no duele mucho. Ella lo venda y me doy cuenta de que la sala esta callada. Bud pone sus suministros a un lado y Tobías que estaba detrás de mí, es el último en la línea. El silencio es por él.

Tatuajes (Leal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora