Capítulo I. PlayGames

23.7K 1.3K 221
                                    

-La tienda PlayGames abrirá en unos diez minutos. Pedimos paciencia a todos los clientes.- Usó de la nada un megáfono, la mujer de cabello castaño claro que formaba parte del personal de la tienda y al mismo tiempo tenía algo que ver en la organización del lanzamiento de los nuevos juegos. Llevaba un uniforme azul marino que combinaba con sus ojos, tenía el cabello recogido en una pequeña trenza y se notaba que había usado demasiado maquillaje, ya que se le notaba en el rostro.

La tienda PlayGames era la quinta tienda más grande de la ciudad. Sentía que hoy iba a ser un buen día, aunque aún me sentía mal por haber cancelado la cita que tenía con Simon. Simon, era mi mejor amigo. Nos conocimos a los ocho años y desde ese entonces somos inseparables. También tuve que faltar en clase, aunque era el último día, así que ningún drama. En otras ocasiones jamás se me habría pasado por la mente no ir, però hoy salía la continuación de uno de mis juegos favoritos. Desde hace semanas, el juego se volvió todo un éxito y entro en el top diez de juegos más comprados. Una parte de mi sabía que si no venía hoy, el juego terminaría agotado y yo tendría que esperar semanas para tenerlo... Y en lo personal, odio las esperas. Las anteriores partes del juego se conocen por dos nombres, aunque oficialmente se llaman: World Of Sacrifice: The Beginning, World Of Hate: Lord Of Death y la que sale hoy es la parte final de la trilogía World Of Darkness: When Light Disappears.

Eran juegos en los que tu misión era subir de nivel derrotando a enemigos, debías luchar contra la oscuridad, cumplir misiones, conseguir experiencia, desbloquear habilidades y cumplir retos... Y no puedo dejarme mi parte favorita, este juego solo podía ser jugado en el modo multi-jugador, por lo cual todas las misiones debían ser completadas con un grupo formado al menos por dos personas. Sin un compañero con el que avanzar, estabas acabado en el juego.

-Señorita, aquí tiene un vaso de limonada. Sentimos mucho la espera, pero uno de los editores nos pidió que le esperásemos, para que pudiese decir unas palabras, antes de abrir.- Me sacó de mis pensamientos la mujer que hace unos minutos usó el megáfono. Con la mano izquierda me ofrecía un vaso de plástico, típico de fiesta de cumpleaños. Vi que en la mano derecha tenía una bandeja de plata con más vasos similares. En ese momento tuve una extraña sensación, la limonada tenía un color violeta oscuro, sin motivo alguno desconfíe de su contenido, pero terminé aceptando el vaso transparente después de unos segundos. El rostro de la mujer de iluminó con una enorme sonrisa, como si acabase de quitarle un peso de encima, lo que me inquieto más aún.

-Esto... Gracias. -Susurré en voz baja, nerviosa. Por un momento dudé, no estaba segura de que me hubiese oído. Estaba dispuesta a repetir mi respuesta cuando la mujer abrió la boca para decir algo.

-Cuidamos muy bien a nuestros fieles clientes. -Me guiñó el ojo derecho y con lentitud me empezó a dar la espalda, para repartiendo las bebidas. Nada me parecía extraño en lo que acababa de decir... Hasta que me puse a analizar la frase.

¿Cómo sabía ella que yo era una fiel clienta? Dudaba mucho de que todos los empleados se acordasen de sus clientes.

-¿Cómo sabe que soy un cliente fiel? -No pude evitar tragarme la pregunta. La mujer se volvió a dar la vuelta hacia mí clavando sus ojos marinos en los míos.

-Sólo hay que verte, una chica, de poco más de veinte años. Estás aquí en vez de ir el último día a clase a por las notas. Lo raro sería que no lo fueses. -Sus palabras hicieron que mis mejillas cobrasen color.

Juego Mortal © (Libro 1)  /Editando/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora