Capitulo 91.-
‘Abraham, he tenido que ir a la empresa, las reuniones que te dije. No llegaré hasta alrededor de las once y media. No me esperes para cenar’. Abraham arrancó la nota de la nevera y la tiró a la basura, haciendo un pequeño juego de básquet. Aun se preguntaba que hacía con una tipa como Anastasia. Era una mujer espectacular, si… pero no sentía, lo que debería sentir por una mujer qu...e resulta ser su novia. Él creía que volvía a estar enamorado. ¿De Ana? Quién sabe, aun que lo más probable no era un sí. Echaba de menos algo… -Bueno, vamos a ver… - Abrió la nevera – Oh, fantástico, tampoco has ido a comprar, cariño. Cerró de nuevo esa puerta, de mala gana, y volvió a ponerse la chaqueta. -Supongo que antes de la audición tendré que comer algo. Miró el reloj. Aún eran las ocho. Salió a la calle y se acercó al supermercado más cercano a hacer unas rápidas compras. -Serán diecinueve con noventa y cinco. – le sonrió la señora de unos cuarenta años a Abraham. -Tome, no me de los cinco centavos. – cogió las bolsas y travesó las puertas automáticas. Una bolsa se le rompió. -Mierda, ¿es que todo me tiene que salir mal? – se quejó dejando la otra a su lado. Una joven salió del supermercado, bebiéndose un Red Bull. Se paró a ver que le pasaba. -¿Necesita ayuda? Para colmo, Abraham odiaba que le hablaran de usted. Pero en esos momentos, no se fijó en si le hablaban de usted, de tú… o en que mierda de tiempo verbal. Reconocería esa voz aun que perdiera parcialmente la capacidad de escuchar. El corazón le latió tan fuerte que se asustó, temiendo que le cogiera un ataque de ansiedad. Levantó la vista. -¿Está bien? – repitió la chica. Ella se agachó, poniéndose en cuclillas en frente de él. ________ se quedó mirando a aquel hombre. Dios mío… es él. Abrió los ojos. Pero intentó disimular su sorpresa. Abraham también la miraba, alucinando. -Eh… s…si. Lo siento… es que… pensé que eras otra persona. – No puede ser ella, joder. Oh madre, no me ha reconocido. ________, como si de verdad se acabaran de encontrar por primera vez lo ayudó a recoger las cosas y fue a buscar otra bolsa en el supermercado. No, no es ella. Esta chica tiene el pelo más oscuro, va muy, demasiado, maquillada… está más delgada y estirada que mi… que ________. Y lleva unas ropas que ella nunca llevaría. Hay Abraham… no quería reconocerlo. Pero su voz, y sobre todo… aquellos ojos, aquellos grandes ojos, eran jodidamente parecidos a los de ________. ________ siguió andando por la calle. El corazón aun no se había calmado. Se apoyó en una pared, intentando tranquilizarse. Pero en esos momentos, esa era la cosa más imposible del mundo. -Dios mío, Abraham, eres gilipollas. – Suspiró – Y yo imbécil. ¿Por qué mierda no le he dicho nada? ¿Por qué mierda no le he dicho… si, si soy la que tu imaginabas que era? Dios, no había podido dejar de mirar los pequeños ojos miel, los graciosos mechones rubios que adornaban su cabeza ¿Por qué no me di cuenta antes de que era él, joder?… Y su cara, su perfecta cara, con esa sonrisa que le temblaba… por la misma sorpresa que ella… por las pecas que tantas veces había besado… por esa nariz recta que ella adoraba… joder, por todo. Se sentó en el suelo de la calle, intentando recuperar la puta compostura, que tardaría, mucho, en llegar de nuevo. Las piernas aún le temblaban. ¿Cuándo se había vuelto a sentir como una mocosa de once años teniendo su primera cita? Miró hacia el suelo. Sin querer, en el tacón del pie derecho se había pegado un folleto de propaganda. Se lo quitó del talón y… y lo ojeó de pasada. Había muchos dibujos, muchos nombres, cuando lo vio volteando por el aire. Pero el único que no pasó desapercibido para ella fue el de Abraham Mateo. ‘¡No te puedes perder la fantástica audición en el New York Center! ¡Ven hoy a las once! Te esperamos…
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Soy Tu Profesor. 2°Temporada Abraham&Tu TERMINADA.
RomanceEn esta nueva temporada vendrán muchas mas aventuras. Disfrútala. ACLARO, ESTA NOVELA NO ES MÍA. TODOS LOS CREDITOS A SU INCREHIBLE Y FABULOSA ESCRITORA. Síganme en Twitter @Srta__Mateo