Capitulo #11

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ALEXA

Desperté al escuchar sonar el timbre, abrí un ojo, junto a mi cara estaba el pie de Emily. Me senté, nos habíamos quedado dormidas viendo una película. Ayer después que Juan se fue al hotel, Emi me envió un mensaje como a las 21:30, preguntándome que si podía venir, sin pensarlo le escribí que si, al llegar me hizo que le contara todo lo que había pasado mientras Juan estaba aquí, omití las partes del beso, pues desde que le había comenzado a contar no paraba de dar pequeños gritos, así que por esa razón lo omití, no quería seguir escuchándola gritar. El timbre siguió sonando.

-¡ya va!- grite. Me puse de pie y tome el celular de la mesa de centro. 8:20 ¿Quién es a esta hora? Camine hacia la puerta, restregué mis ojos.

-buenos días princesa- fue lo primero que escuche al abrir la puerta, era Juan, venia encapuchado y con unas gafas negras, si no estuviera aun medio dormida, me hubiese echado a reír, con estas calores que está haciendo y el todo abrigado.

-buenos días- tape mi boca al bostezar

-traje desayuno- Levanto una bolsa de papel que tenía en la mano. Sonreí

-pasa –me hice a un lado para que entrara, al pasar por mi lado se detuvo, se acercó para darme un beso, pero gire la cara –aun no me he cepillado- hable con la mano en la boca. Beso mi mejilla y se fue caminando hacia la cocina, sonreí y cerré la puerta. Subí corriendo hacia el baño para cepillarme los dientes y lavarme la cara.

-Alexa- grito Juan

-ya voy- grite de regreso. Mientras iba bajando la escalera iba recogiendo mi cabello en una cola, al llegar abajo fui primero a despertar a Emily, cuando llegue a la sala ya ella se encontraba despierta –vamos a desayunar

-una pregunta ¿Juan Luis está aquí o es que yo estaba soñando? porque me pareció haber escuchado su voz

-está en la cocina- susurre

-¡¿Qué?!

-no grites- me queje

-por Dios él no me puede ver en estas fachas, me voy arreglar- reí. Como alma que lleva el diablo, Emily salió corriendo escaleras arribas.

-¿de qué te ríes?- pregunto Juan al verme entrar a la cocina

-de Emily- volví a reír –la hubieras visto como corrió escaleras arriba cuando supo que estabas aquí, se fue arreglar- sonrió. Se acercó a mí y rodeo mi cintura con los brazos

-¿ahora si me puedes dar un beso?- asentí. Enrolle mis brazos en su cuello y lo acerque más a mí. Lo bese. Ahora una de sus manos sostiene mi cara. Jadeo por el asombro cuando su lengua delinea mi labio inferior, abro mi boca dejándole libre acceso, me besa con ganas y yo no puedo pensar en más. Mis pensamientos se nublan – ¿Tus padres?- interrumpió el beso -¿no vives con ellos?

-sí y no- me separe de él, me sentía incomoda al hablar sobre ello con otra persona que no fuera con Emily y Elliot.

-¿si y no?- pregunto algo confundido

-ósea si vivo con ellos- camine hacia la nevera y saque una jarra de jugo

-¿entonces?

-es solo que la mayoría del tiempo están viajando por el trabajo, a veces solo los veo una semana al mes.

-ya veo ¿y cómo te sientes tú al respecto?

-pues que te digo, me duele un poco que me dejen a un lado por su trabajo, pero es algo de lo que ya me acostumbre, llevo viviendo de esta manera desde los quince.

-¿y por qué no les dices cómo te sientes?

-nunca tienen tiempo para mí, aunque estén aquí siempre están ocupados

CORRER EL RIESGO (MALUMA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora