ALEXA
Hace unos minutos llego un repartidor con un sobre y un ramo de margaritas azules, el sobre no llevaba el nombre del remitente, pero me imaginaba quien las había enviado, recordó que esas son mis flores favoritas. Fui hacia la sala y me senté en el sofá, deje las flores en la mesita de vidrio, tome el sobre y lo abrí. Comencé a leer la carta.
Me arrepiento y no sabes cuánto, en este momento, claramente sé que la culpa ha sido mía, que la culpa es sólo y particularmente mía, no debí haber ido a esa fiesta, si hubiese sabido todos los problemas que me iba a ocasionar habría preferido quedarme durmiendo.
Eres la persona más importante en mi vida. Mi amor por ti supera fronteras, barreras, da saltos, contigo me siento en las nubes, haces que me olvide de todo y solo piense en un nosotros, sé que te hice llorar y no sabes cuánto me odio por eso.
Me arrepiento muchísimo. No puedo más que lamentarme y pedirte perdón. Quiero que sepas que no puedo olvidar el día en el que te conocí, el día de la primera cita, el día del primer beso y esos labios tan cálidos que calmaron mi tenso cuerpo y que hicieron que mi vida cobrase una fuerza distinta. Diste un giro de 180 grados a mi mundo, a todo lo que tenía que ver conmigo, si Dios nos lo permite quisiera que fueses esa mujer con la que me gustaría pasar toda mi vida, te vuelvo a pedir perdón.
Mi corazón vive sólo por y para ti, y la verdad es que es lo mejor que he podido hacer en la vida. Por eso, mientras redacto estas líneas para pedirte perdón, no puedo dejar de pensar en lo estúpido que fui por haberte lastimado, no quiero perderte, porque siento que eres lo más valioso que tengo. No quiero a otra persona, no quiero vivir otros momentos, no quiero dar ni recibir nada de nadie que no seas tú. Porque sólo tu mirada, tus ojos y tu piel me llenan, nada más. Espero que sepas que todo lo que digo es cierto, que no me invento nada y que jamás escribiría una carta así si no fuese porque eres la persona más importante del mundo entero, eres mi vida. Por esto y por mucho más, te pido perdón. Te quiero, un beso.
Juan Luis
PD: estaré esperando hasta las 19:00 en el restaurante donde tuvimos nuestra primera cita, si vienes sabré que aún hay una oportunidad y que aun sientes algo por mí y si no vas, entenderé que no quieres saber nada sobre mí y me resignare.
Al terminar de leer la carta mis ojos ya estaban llenos de lágrimas, comencé a limpiar las lágrimas que caían, pero me es imposible siempre salen más y más, tengo sentimientos encontrados, sus palabras son tan... no sé cómo describirlas, sorbí por la nariz, volví a limpiar mis lágrimas poco a poco y respire profundo, nunca había llorado tanto en mi vida. Mire la hora en mi celular son las 18:10, tengo cincuenta minutos para arreglarme e ir al restaurante.
JUAN
Mire mi reloj una última vez, 19:10, no vendrá, creí que cuando leyera esa carta se daría cuenta que mis sentimientos por ella son reales, pero veo que no, tal vez ni siquiera la abierto. Había reservado el restaurante completo solo para nosotros, no quería que nadie nos interrumpiera, quería que este momento fuese especial para ella. Mande a decorar el lugar con luces y hermosas flores por todos lados, había un camino de pétalos desde la entrada que conducía a nuestra mesa. Me levante y llame al mesero, le iba a comentar que la persona que esperaba no vendría, pero vi una figura entrar por la puerta. Había venido, sentí como el aire me faltaba, pero no podía despegar mi mirada de sus ojos, una sonrisa comenzó a formarse en mi cara.
-puede retirarse- le dije al mesero. Ella comenzó acercarse lentamente, se veía hermosa –creí que no vendrías
-pero aquí estoy- miro todo el lugar –es hermoso
-lo hice para ti- posee mi mano en su mejilla y la acaricie- me has hecho falta- nuestras miradas estaban conectadas
-y tú a mí, pero eso no significa que todo está olvidado, aun estas aprueba
-lo sé- mi sonrisa se ensancho más, si es que eso puede ser posible -voy hacer hasta lo imposible para que lo nuestro vuelva hacer como antes- acerque mi cuerpo poco a poco al de ella -¿me permites?
-si- sonrió. Acerque mis labios despacio a los de ella y los uní en un beso suave y cálido. Lleve mi mano libre a su cintura, mientras ella enrollaba sus brazos en mi cuello –te quiero –la mire, era la primera vez que ella lo decía
-y yo te quiero a ti- volví a besarla -de ahora en adelante solo me encargare de hacerte feliz.
...
Después de una hermosa cena y una muy divertida conversación, decidí llama al mesero, le susurre algo al oído para que ella no escuchara,
El mesero se retiró y unos minutos después se comenzó a formar una canción en el fondo-¿sabes bailar?- me puse de pie y le brinde mi mano
-me ofendes, siendo barranquillera sería el colmo que no- sonrió y tomo mi mano. Una vez de pie, con una de mis manos la tome por la cintura y con la otra sostuve su mano.
-cómo es que te amo así, con todo el pensamiento- ella comenzó a moverse y yo seguí sus pasos -Como lograste entrar así sin preguntar robándote el momento, Como es que te amo así, sin tanto sufrimiento- cante en su oído -Como es que es natural que cada a amanecer quiero parar el tiempo, y es que te he dado todo y nada es suficiente, no porque me lo pidas sino porque faltan frenos al quererte- solté su cintura para hacerla girar con la otra mano -Que precio tiene el cielo, que alguien me lo diga- volví a tomarla por la cintura -Que más que darte amor yo quiero regalarte el azul de los días- volví a cantar, pero esta vez viéndola fijamente a los ojos -que precio tiene el cielo que alguien me lo diga si yo con esta historia siento que la gloria ha llegado a mi vida, que precio tiene el cielo que alguien me lo diga yo pago con mi alma sin temor a nada. Yo te doy mi vida- seguí cantándole el resto de la canción.
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CORRER EL RIESGO (MALUMA)
Fanfiction-te dije que tenías que haber doblado a la derecha dos cuadras atrás- reprocho Nick -a la próxima manejas tu- conteste irritado -y lo iba hacer, pero el señorito aquí presente me quito las llaves -mira ya estamos llegando- baje un poco la velo...