Navidad, uno de los días festivos favoritos para la hermosa pareja, claro qué para la mayoría de personas la navidad es su festividad favorita ya qué esta e un día para poder pasar con su familias y respectivas parejas pre-destinadas.
Para el Omega era un día bastante especial, ya que luego de unos meses de cumplir sus veinticinco años y ya haber terminado su carrera universitaria quería darle a su pareja un regalo de cumpleaños y de navidad algo especial.
Claro, cualquiera que escuchara la palabra "especial" pensaría un pequeño detalle cómo anillos de pareja, o una cena en pareja, pero en la mente del Omega eso no era así.
Ya después de que el alfa le propusiera matrimonio luego de unas hermosas vacaciones en japon el alfa comenzó a manifestar su deseo de formar una familia con el más bajo.
Claro que el extranjero no lo negó ese deseo, y lo intentaron para poder traer un bello cachorro al mundo, pero luego del tercer intento el menor dejó de intentarlo ya que este no tenía ninguno de los síntomas previos a un embarazo de un Omega.
Pero unas semanas antes de la navidad el Omega empezó a tener unas incontrolables ganas de vomitar y algunos cambios de humor y sensibilidad que no pasaron desapercibidos a mano de personas cercanas a beomgyu, pero claro, ¡no había que sacar conclusiones apresuradas!
Era el pensamiento del joven Omega, por lo cuál con ayuda de su hermana menor Rosé, completo un test de embarazo para comprobar si había un pequeño cachorro en su estómago.
Por supuesto que el Omega no tenía ningún tipo de idea de cómo eran esos test de embarazo, por lo cual prefirió pedir ayuda a alguien de su confianza, al lisa fue una de sus opciones, pero desistió de esa idea luego de recordar que su hermana se encuentra algo ocupada en cuanto a proyectos de trabajo, así que prefirió pedirle ayuda a su hermana menor.
Luego de unos minutos esperando que el test de embarazo diera un resultado, Rosé esperaba con ansias la respuesta, y Beomgyu tenía el corazón en la boca.
–Ya está el resultado!!—grito la peli-castaño con el test en la mano.
–Dejame ver—el menor se acerco con el corazón acelerado, pero la habitación menor no permitió que el alto tomara el test.
–Lo lamento...— el menor estaba a un pelo de hecharse a llorar como un niño pequeño sin su madre— ¡El resultado dió positivo!— la menor dejó escapar un pequeño chillido mientras que el mayor se quedó estático dejando salir unas brillantes y cristalinas lágrimas, cargadas de felicidad y emoción— no llores!— la menor se acerco a su hermano y lo abrazo de manera amorosa.
–juró que me matarás uno de estos días—el mayor acepto el abrazo de su hermana menor mientras lloraba por la felicidad— Tienes suerte, eres la primera en conocer a tu futuro sobrino— el peli-negro se limpió la lágrimas.
–¡Si!— la menor se bajó hasta la altura de la pancita del más alto y pico con su dedo índice la pancita de su hermano y empezó a hablar con una voz aguda— Hola bebé, soy la tía Rosé, y voy a ser tu tía favorita y no va ser la bruja de lisa— el mayor saco una carcajada al escuchar las palabras de su hermana- ¿Como se lo piensas decir a hueningkai?— cuestionó la menor mientras le hacía mimos en la pancita a su hermano.
El menor tomo la prueba de embarazo que tenía dos rayitas rojas y pensó un poco diversas formas de decirle a su actual esposo qué traería una vida a el mundo.
–Dentro de dos semanas es navidad...—sonrió enternecido— creo qué no sería malo darle un regalo...
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