Oh, boy, it's you. || One-shots Traperos

Litiago-As The World Caves In...

Oh, chico, eres tú...

La desesperación estaba presente en cada una de las personas que podrías imaginar, cada presidente, cada alcalde, cada chico, cada chica, cada padre, madre, niño, niña, persona. Cada una, estaba tan desesperada. Los vuelos estaban como locos de una parte a otra. Los fandoms descontrolados llorando porque jamás volverían a ver a sus ídolos, porque todo se iba a acabar ahí y jamás lograrían tocarlos, jamás lograron tener una foto con ellos o su autógrafo.

Cada persona llorando porque nunca pudo lograr lo que quisieron, porque seguían muriendo en casas que no eran sus hogares, lejos de personas que amaban, relaciones a distancia, amistades rotas, peleas, problemas.

Y allí estaba Mauro, en un avión directo a Argentina, donde sabía que Tiago lo esperaba, llorando sin descontrol junto a su hermana y su madre. Él también lloraba como casi toda persona en el mundo, se podía decir que un 90% del mundo estaba llorando de la desesperación e impotencia que la situación les causaba.

Era innegable, eso iba a pasar, los presidentes lo aplazaban, pero el tiempo se les acababa. Así que decidieron contarlo, ponerlo en manos de todos, para poder darles el tiempo que quizá lograban hacer calzar, para poder dejar que todos se despidieran de sus seres queridos y al final, morir como cada ser. Nada se iba a salvar, ese día, nada. Todo se acababa.

La noticia había salido pocos días antes de que Mauro tomara ese avión, antes de que todo se saliera de control, a nadie le importaba ya lo que hacía o decía, todos estaban concentrados en simplemente poder alcanzar a hacer todo lo que podían hacer antes de su innegable destino.

Apenas bajó de aquel avión, se encaminó tan rápido para llegar a la salida y tomar la vía más rápida para llegar donde el morocho, nadie estaba trabajando, por supuesto que no. Lo único que le quedaba era llamar al menor, aquel que siempre quiso y siempre amo. Para que pudieran encontrarse y quedarse en la casa donde todos sus amigos y sus conocidos se reunirían.

Al encontrarse, lloraron y se abrazaron, se dijeron unas cuantas palabras sobre lo que pasaba y se subieron al auto, el tráfico por lo menos no era tanta locura. No dijeron nada en el trayecto hasta la casa.

Media hora después, todos estaban allí, juntos, en el patio de la casa, allí estaba Londra, su hija, Rocío. Le acompañaba Lombardo, llorando mientras miraba el cielo, al igual que Paulo.
Enzo, sin decir una palabra o hacer nada más que llorar al igual que los demás. Thomas y María, tomados de la mano mientras se miraban esperanzados a poder seguir viéndose hasta el día siguiente, esperando que todo eso solo fuera producto de su imaginación.
Habían más personas reunidas, familiares y amigos, conocidos y no tan conocidos. Todos estaban ahí, se miraban sin decir palabra alguna.

Monzón tenía un nudo en la garganta y sus ojos cristalizados. No podía creer ni quería creer que esa sería su última escena, todos juntos. No habrían más singles, más álbumes, más temas, más jodas, más chistes, más clips, más streams. No habría nada más. No habrían más memes, ni fiestas, ni resacas, ni caras, ni peleas, nada. El fin estaba a sus espaldas y los clavaba contra la pared hasta que se desvanecieran por la presión.

El teñido se desplomó en el piso, abrazando a su madre, llorando sin control alguno. Tiago abrazaba a su hermana pequeña, quien también lo hacía, por el torso de su hermano, sin querer mirar cómo la muerte se aproximaba a ellos.

Nadie podía creer que eso estaba ocurriendo. Solo querían pensar que todo era una mala pesadilla, pero, no podían todos estar en la pesadilla.