Extra - Tiempos

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4 meses de embarazo

Después de que toda nuestra familia se enterara que estoy embarazada me tratan como una muñeca de cristal. No puedo salir sola a la calle por disque "Miedo a que me caiga o me atropelle", no entiendo. Bueno, pero igual me gusta que Diego me consienta así que estoy feliz.

Ahora estoy en la casa del club que Diego y yo nos hicimos socios.

Sentía como el agua de la piscina estaba en mis piernas. Yo estaba sentada en el borde de la piscina con las piernas adentro – Diego – Llame, pero nadie contestó

Voltee mi cabeza para buscarlo porque las butacas estaban atrás mío - ¿Diego?

Escucho el sonido del agua y volteo rápidamente

Diego estaba nadando dentro del agua, estaba viniendo hacia mí, se puso entre mis piernas, me vio con esos ojos azules hermosos y con pelo marrón goteando

Puso ambas manos en la parte trasera de mis rodillas para jalarme un poco - ¿Me estabas buscando?

Bajé mi cabeza para que nuestras caras estén más cerca – Siempre – Le di un beso

Diego me agarro de la cintura tirando de ella haciéndome caer completamente en la piscina – ¡Mierda! – maldije mientras me caía a la piscina

Me separé de Diego rápidamente para limpiar mi cara que estaba llena de agua - ¿Qué te pasa? – dije indignada

Diego volvió a poner sus manos en mi cadera para jalar de ellas, - solo fue un juego – Diego riéndose

Cuando volví a abrir los ojos ahí estaba Diego – Ya está – Sonreí

Diego jalo sus manos que ahora estaban en mis caderas haciendo que entrelace mis piernas en su cadera – Sabes que eres demasiado tierna sonriendo – me besó

Puso su mano en mi culo para no dejarme caer. Diego empezó a avanzar para que termine apoyada en la pared de la piscina – ¿Sabes como te queda ese bikini? – me mira todo el cuerpo – te queda tan Hmmm – Dijo volviéndome a besar

Diego mete su mano por la parte delantera de mi bikini tocando mi centro con movimientos circulares...

Después de sesión en la piscina entramos a la casa y nos cambiamos

-Amor -me llamo Diego desde el cuarto.

Fui al cuarto – Dime

El ya estaba cambiado. Camino hacia mi y puso una mano en mi panza que ya estaba grande – ¿Te sientes bien?

-Si, tranquilo 

Puse mi mano encima de la suya - Van a ser hermosos 

-Como la madre - dijo acariciandome con su otra mano la mejilla 

-Y como el padre - lo abrace - Vamos a ser padres 

Los dos lo sabíamos pero nunca dijimos esa frase 

-Lo se - pegó nuestras frentes - te amo 

-Nosotros también

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