La última prueba

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No sé qué fue lo que pasó tras ser empalado en el corazón y escuchar aquella voz siniestra, y al despertar, estaba en una especie de plataforma metálica, y no tenía ningún rasguño ni rastro de sangre. Me revisé el pecho y no estaba perforado. No sé si en realidad estaba muerto o no, porque todavía podía sentir los latidos de mi corazón. De pronto, volví a escuchar la voz siniestra y me dijo.

- Justo acabo de encontrarte, intruso. Así que, no te vayas a morir todavía. Ya que, pasaremos mucho tiempo juntos. Tú... Y yo. Ahora, ¡Enciendan la máquina castiga-pecadores! ¡El sufrimiento es el castigo moral que todo mortal debe pagar! -

Cuando la plataforma empezó a moverse, rápidamente me levanté y empecé a correr y esquivar las cadenas luminosas que salían de todos lados, pero el problema era que no podía salirme de la máquina porque estaba rodeado de lava, así que no me quedó ...

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Cuando la plataforma empezó a moverse, rápidamente me levanté y empecé a correr y esquivar las cadenas luminosas que salían de todos lados, pero el problema era que no podía salirme de la máquina porque estaba rodeado de lava, así que no me quedó de otra más que esquivar las cadenas y seguir corriendo. De pronto, unas cadenas gigantes aparecieron a los lados de la plataforma, haciendo que se detenga de golpe. Quizás llegue a pasar algo si las rompo, así que rápidamente fui a romperlas a patadas ya que, al ser de cristal, podría destruirlas con facilidad, y al romper ambas, la demonio, que se hacía llamar Judgement grita.

- ¡Suficiente! ¿Qué te parece la máquina castiga-pecadores? -

- Siéndote sincero, me parece una... -

- ¡Rindete, deja que te consuma, y asume tu tormento! -

En eso, Cerberus se asoma por el balcón de la máquina y dijeron.

- ¡No! -

- ¡No te rindas! -

- ¡Tienes que llevarnos contigo! -

Luego, Pandemónica se asoma por el balcón y dice.

- Cariño, recuerda que me debes un café express. ¡Que no se te olvide! -

- ¡Dejen sus esperanzas! ¡Su destino está sellado! - responde Judgement.

Lucifer se acerca a Judgement y le dice.

- Querida, éste hombre puede que no lo sepa pero él me pertenece. ¿Podrías no lastimarlo demasiado? -

- ¡Guarden silencio, que la verdadera tortura está por comenzar! - grita Judgement.

De pronto, la máquina empieza a activarse nuevamente, así que tenía que volver a esquivar las cadenas de luz y evitar que esa cosa de máquina me consuma, y tras varios minutos tratando de sobrevivir, la máquina se vuelve a detener de golpe por otras cadenas gigantes de cristal, así que rápidamente fui a romperlas. Al hacerlo, Judgement menciona.

- ¡Ya fue suficiente, maldito humano! Esas cadenas que te castigan están hechas de cosas que te trajeron aquí en primer lugar. Tu gran ego, tu gran codicia y tu extravagante lujuria. Patético humano ignorante, eres tu propio torturador. -

Domando el infierno (Helltaker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora