Alice y los animatronics [Terminada... Más o menos]

Una visita

No debería estar aquí.

Hace años que no vengo.

Es más, ¿Por qué he venido?

Esa sería una buena pregunta, si no fuera por que me estoy helando aquí fuera.

Saqué de mi bolso un llavero con un colgante en él, con la cara de Bonnie.

Me acuerdo de que era mi favorito.

Creo...

No recuerdo muy bien eso.

Busqué la llave indicada, una azul y bastante destacable, pero mis dedos temblaban y todo mi cuerpo pesaba.

El mareo y el cansancio hacían mella en mi, a parte de las consecuencias del maldito gas.

Por fin encontré la llave escondida y la separé del resto.

La miré preocupada, el óxido la carcomía en las clavijas, pero seguramente serviría.

Di unos pasos inseguros en el desgastado y viejo porche de madera.

Las ventanas estaban tapadas por trozos de madera, y la pintura azul claro de las paredes se había despegado y agrietado.

Espero que la estructura aguante.

Llevé la llave a la cerradura, la giré y ésta hizo un "click" al abrirse.

La empuje y sonó un chirrido, que obviaba la vejez de la casa.

Caminé rápidamente por los pasillos, cuidadosamente, no quería que la vivienda se desmoronase justo ahora.

Un marco que marcaba la falta de puertas se presentó ante mi.

Respiré hondo y entré al gran salón.

La habitación era grande, los ventanales estaban tapados por unas grandes cortinas azules, algo deshilachadas, y los maderos también hacían acto de presencia en esa estancia.

Una chimenea de piedra se mantenía intacta a pesar del paso de los años, acumulando polvo encima.

Lo que parecían ser unos sillones y una mesa de té tenían unas telas translúcidas y blancas encima.

En medio de la sala, una bolsa negra se escondía entre las sombras que proyectaba la poca luz que entraba al lugar.

Caminé hacia ella y la abrí, dejando ver un cadáver; más bien un esqueleto, de lo que parecía ser una mujer de mediana edad.

Repasé los huesos con mis dedos desnudos y sentí la frialdad del tacto rápidamente.

Me parecía muy sorprendente que no hubiesen encontrado el cadáver, ni nada por el estilo.

Sonreí al pensar sobre esto.

Con tan solo 10 años pude evadir a los tribunales y a la policía de mirar dentro de la casa.

¿Cómo?

Fácil.

Pagué todos los impuestos debidos hasta que tuve la suficiente edad como para vivir mi vida por mi cuenta.

Sabía donde estaban los ahorros, y también tenía el código de cuenta bancaria de mi madre.

A demás, no teníamos familia, a parte de nuestro padre desaparecido, el cuál no veía desde... Desde...

No sé cuanto tiempo pasó desde ello...

Pero, la cuestión es que todos en el barrio sabían de la obsesión de mi madre con las drogas y el alcohol.

Y, con ello, muchas veces no salia de casa en meses.

Eso quería decir que nadie e preocuparía más de lo necesario.

Normal.

¿Quién se va a preocupar por una puta drogadicta con dos hijas no queridas a cargo?

Exacto, nadie.

Me levanté.

¿Por qué vine a éste lugar?

Miré a mi alrededor, y constatandome de que todo estuviese normal y sin problemas, volví a esconder el esqueleto y salí de la vivienda con una sonrisa.

Al menos este secreto está a salvo.

Cuando me encontraba en la calle, una señora bastante vieja me llamó.

Me acerqué confundida.

¿?- ¿Alice? Alice, ¿Eres tu pequeña?-

-Emm... Si...-

¿?- Oh, ¡cuanto cambiaste querida!¿Quieres pasar? Tengo té.- Me sonrió amable.

-Me encantaría, pero debo irme.-

¿?- Oh, que pena, bueno, espero verte pronto.-

Salí de esa extraña conversación.

No pensé que alguien me reconociera, mierda.

Me calé la capucha y corrís hasta casa, pero por el camino me crucé con la pizzería de Jonh.

- Mierda. Soy estúpida.- Suspiré.

Para mi sorpresa, detrás del cristal se podía ver a Fred con otro chico, no parecía que trabajase allí, y tenían caras serias.

Reí levemente.

-Así que el cabrón de Fred tiene más problemas ¿Eh?-

Una niña pequeña me miraba desde el otro lado de la calle.

¿?- Hola.-

-¿Hola?-

¿?- ¿Sabes quién soy?-

-...-

¿?- ...-

- Si.-

¿?- Bien.-

-Lo siento, Cristel.- Bajé el tono. La pequeña desapareció en un abrir y cerrar de ojos.

Me encaminé a casa.

Pero, aún tenía una cosa que hacer.

HEY MIS PEQUEÑOS UNICORNIOS.

ACÁ PAULAKAWAII CON OTRO O DE NUESTRA QUERIDA PELIRROJA ewe

Más teorías se crean (~^°^)~

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